Reñidme. Sí, me lo merezco. Estoy bastante desaparecida… pero es que el tiempo no me da para más. He decidido volver (y prometo volver como os merecéis) en un día muy especial. Para mí es muy especial. Hoy es el Día del Libro. Desde antes de saber leer me han encantado los libros. Cuenta mi madre que ya me inventaba los textos que caían en mis manos. Siempre ha sido mi regalo preferido y ansío el momento de tumbarme a disfrutar una buena historia: me gustan los clásicos, los best-sellers, los premios Nobel, la nueva novela… me apasiona la narrativa que me cautive.

Por eso, hoy para mí es un día bonito. Mantengo la tradición de regalar y recibir un libro. Y cada vez que abro uno nuevo y empiezo una historia me siento como cada verano debajo de la parra de casa de mis abuelos, con la casa en silencio, el fresquito de una tarde de verano gallega y tantos mundos saliendo de cada página. Agradezco y admiro el talento de quienes saben transportarnos a otras dimensiones.

Si aún no habéis regalado o autorregalado un libro, os recomiendo el que acabo de leer hace poquito. “Ronin” de Francisco Narla. Una delicia de historia de amor y honor ambientada en la España del siglo XVII que dibuja con detalle aquel país de guerras y colonias, de barcos de viajes interminables descubriendo nuevas tierras; y en un Japón aún medieval, tierra de samuráis, azotado por las guerras de poder. Dos mundos paralelos, de costumbres tan distintas y que acaban encontrándose.

Francisco Narla escribe un libro del que hay mucho que aprender. Con una prosa descriptiva pero muy ágil, consigue que nos enamoremos de Constanza y Dámaso, que sintamos como Saigo, que despreciemos a Hortuño. Leyendo cada renglón he conseguido imaginarme a cada uno de los personajes, e incluso, sentir el olor de cada una de las escenas. Una historia además, que mantiene en vilo hasta que se termina.

Francamente recomendable… y si queréis saber más sobre Francisco Narla, aquí os dejo su web. Y aquí podéis encontrar Ronin.

* Este post NO es patrocinado, ni sugerido, ni he recibido nada a cambio. Recomiendo el libro porque sí, porque me ha gustado. Y mucho.

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