No es que os vaya a prohibir escuchar el cante flamenco de boca de este intérprete. Ni tampoco tiene nada que ver con los rotuladores de colores estridentes que se utilizan para subrayar. Pero sí con estos tonos un tanto subidos, casi brillantes en la oscuridad que según se utilicen pueden elevar o arruinar un look.
Los colores flúor están siemrpe ahí. Esta próxima temporada vuelven con fuerza y serán protagonistas de innumerables estanterías en tiendas varias durante el otoño. Sin embargo, como todo, tienen su manual de uso y no puede lucirse a lo loco. Poder, se puede. Pero las consecuencias a la vista llegarán a ser terroríficas.
La norma número uno para llevar los colores flúor es básica y elemental: sólo un color y combinado con un total look negro. Es decir: unos pantalones pitillo negro, botines peep toe negros, jersey negro y un abrigo en verde manzana, ultrabrillante, por ejemplo.
Lo que no es en absoluto admisible es convertirse en una réplica de caseta de feria y combinar a la vez todos y cada uno de los colores en su versión más estridente posible. Aunque no te lo creas, nadie pensará que te has leído el Vogue. Es más, pensarán que te lo habrás ojeado, pero que no te has parado con la letra pequeña. Y que además de hortera la traen a una de analfabeta, ya es el colmo de los colmos.
Besísimos.