Mi querida Nimenos: no me he ido (todavía) de vacaciones (que por cierto, quien haya estado en Dublín, que aporte, que aporte). Aunque haya volado de mi nido habitual, sigo con los teclados pegados a mis dedos. Sin embargo, la culpa del abandono de ayer la tiene Vueling, que me mantuvo nada menos que diez horas alejada del mundo. Por eso estoy aquí, con vosotros. Y no lo puedo hacer de mejor manera que con esta entrega de El Espiario dedicada a una marca española, muy joven, que he descubierto y me ha dejado absolutamente fascinada: Marie Poupée.
La firma Marie Poupée nace de espíritus jóvenes con alma de niña. El vestido, estrella de su nueva colección, es una pieza delicada, absolutamente femenina, que transporta a quien lo lleve a un mundo de belleza y elegancia gracias a la sabia combinación de tejidos y colores naturales.
No en vano, una poupée no es más que una dulce muñequita francesa. No sólo hay belleza a través de sus vestidos y sus blusones. Los bolsos son cautivadores. También con la enseña de la puntilla, tan definitoria de la marca, que nos transporta al mundo mágico de las cajas de música, de las muñecas de los años 20… sin dejar de ser mujeres del siglo XXI.
Aunque su web se encuentra en construcción, podéis ver sus creaciones aquí. La colección del próximo otoño os espera. Y sentirse princesa por un día, de cara empolvada y tirabuzones, no es una mala idea.
¿Con qué me quedo?: Con el bolsito verde de puntilla en beig, para lucir con el maravilloso blusón de la fotografía de arriba.
Besísimos.