El baile de la rosa

Para los estudiantes junio es un mes terrorífico. Plagado de momentos interminables en la biblioteca, nervios y exámenes. Pero también es cierto que para aquéllos que terminan tiene el aliciente de prepararse para la gran fiesta final: la graduación.

Por muy diferentes que sean los estudios, la graduación es un acto semiformal y al mismo tiempo solemne que requiere que cuidemos nuestro vestuario. Eugenia se encuentra en una situación como ésta: a principios de julio y en Madrid se celebrará su acto de graduación. Necesita ideas. Vamos darle alguna para que su acto de graduación sea para recordar.

Teniendo en cuenta el calor que hará y que quiere un estilismo fresco, chic sin caer en lo formal, esto es lo que proponemos:

  1. Un mono. Ya que está tan en boga podemos aprovechar para ponernos uno largo, con tacón alto de tiras anchas. Maxipulseras y el cabello recogido para contribuir a estilizar nuestra figura.
  2. Un vestido largo. Sí, de aire bohemio con manga al codo. Como una túnica larga, estampada en colores vivos y con calzado plano. El cabello en este caso, suelto, ligeramente ondulado. Con grandes pendientes.
  3. Un vestido corto. Bien lady, bien túnica. Puedo adornarlo con un collar babero o si me atrevo, con un pañuelo ancho colocado en el cabello suelto. Si el vestido es liso, el pañuelo será estampado. Un look muy fresco pero con un punto. Unas sandalias altas o unos peep toe con plataforma y un maxianillo en el dedo índice.
  4. Un pantalón ancho. Con una blusa de gasa de seda de manga corta. El punto lo pondrá un collar largo.

No es necesario recargarse, ya que el complemento ideal lo aporta la frescura de la juventud. Aprovéchate de ella y sácale todo el partido posible. Es irremplazable.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: tejidos como las organzas, las taffetas y demás: sólo son aptos para los trajes de novias y para las chicas testigo de las bodas americanas.
Lentejuelas y vestidos variados con pluribrillos. Si la fiesta es en Studio 54 lo puedo entender, pero no me imagino al decano amenizando la velada desde la cabina de DJ.
Vestidos largos rollo boda. Además, contribuye a las probabilidades de caída por escaleras con consiguiente bochorno + vídeo en YouTube en ese momento recoge-diploma.
Botas. Es un evento, nos guste o no. Y nada de comodidades extrañas. Si no nos gustan los tacones o no podemos llevarlos, echemos manos de las sandalias planas, los jazz, los brogue, las bailarinas… todo menos botas.
Cualquier prenda informal, como las minis vaqueras o los vestidos playa. En la actualidad hay millones de opciones adaptadas a todos los estilos sin tener que caer en la guarripose, todo porque uno cree que así va contra el sistema. Ay, ay, ay.
Palabras de honor. Que sí, que jures lo que quieras. Pero evita este corte. Demasiado arreglado.

Lo encontrarás en: el vestido de la izquierda es de Filippa K para H.A.N.D. El de la derecha, de Tintoretto.

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