De cuero

Qué maravilla. Ir a trabajar es una maravilla. Nótese el sentido irónico de las palabras. Y como siempre digo, hay que buscarle alicientes, para no morir cada mañana. Os lo dice alguien que lucha por adaptarse a la realidad después de una semana de libertinaje extenso. Por eso, mi pequeña aportación: una idea de estilismo para ir a trabajar.

Si queremos huir de los típicos trajes sastre, estamos hartas de las faldas tipo lápiz, o los pantalones masculinos nos producen auténtico hastío; las faldas de piel son sin duda la alternativa. Un tejido de lo más actual que además es muy versátil, y que dependiendo de con qué se combine puede funcionar tanto para el día como para la noche. Y si es en color, más divertida aún puede ser:

  • La falda de piel si hace todavía frío: con un simple jersey de cuello vuelto negro + medias tupidas en el mismo color y zapatos de ante negro, con taconazo y plataforma delantera, de corte salón. Para el frío, una chaqueta corta, estilo Chanel, también en negro, que alegraremos con una Tolentina, que con su lacito rosa combina a la perfección con la falda, y que además con su compra contribuiremos a la lucha contra el cáncer de mama, ya que el 30% va destinado a investigación. Todas podemos comprarla aquí. Sin duda, una opción solidaria con tantas mujeres que lo sufren cada día.
  • La falda de piel si ya hace primaverita buena: no le niegues la primavera, ya que en cuanto llegue el verano ya te obligarás a arrinconarla en el armario. Así que combínala con una blusa blanca de manga corta y unos zapatos de taconazo como estos de Tabitha Simmons que me parecen increíbles. Combinar el rosa con el nude te dará como resultado la mezcla de colores protagonistas de la temporada. Si la lluvia amenaza, ponte un trench.

El resultado es la divinidad total y absoluta. Así que tómate un Cosmopolitan a la salida del trabajo, que hoy la cervecita no pega.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: medias de rejilla. Ni pequeña, ni grande ni mediana. La rejilla oculta hasta próximo aviso.
Pasarte con el cuero. Ya llega con la falda, así que nada de cazadoras, que el rollito Lorenzo Lamas en Renegado no pega nada.
Mezclar una falda delicada como ésta con un jersey gordo de lana, más propio de tarde en chimenea que de club neoyorkino.
Está bien que elijas una falda de piel, pero olvídate de esas minis trapecio de los 90. Al menos, por unos años.
Medias dibujadas, de esas que son como caladitas. Uf, qué fatiga metal me dan.
Zuecos. Me encantan y vienen mucho. Pero ponlos como se debe, no así en modo pegote.

Lo encontrarás en: la falda es de Dal-Bat. El look de la derecha, de D-Due.

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