Días de esos en los que no tenemos nada interesante en la nevera y que además la imaginación está por los suelos, se solucionan con una receta super básica pero con un resultado más atractivo que un simple filete empanado. Son los San Jacobos de pollo.
Ingredientes
Pechugas de pollo en filetes finos
Jamón serrano (o cocido, según gustos)
Queso fundible (mozzarella o gouda, el que más nos guste)
Pan rallado
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra molida
Preparación
1. Cortar los filetes a la mitad, para que quede una pieza más pequeña.
2. Meter una loncha de jamón y un trocito de queso, no demasiado grande porque al fundirse saldría demasiado por fuera al calentarse.
3. Salpimentar. Ponerle unos palillitos para que no se abra demasiado, o bridarlos con hilo.
4. Freír en abundante aceite de oliva muy caliente, hasta que estén dorados.
5. Poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
La opción
En lugar de pollo se puede usar cinta de lomo de cerdo o solomillo de ternera.