Cómo vestirse a los 50

Después del post anterior de vestirse a los 40, doy paso a la siguiente decena: los 50. También me lo sugeristeis varias a través del sistema de preguntas de stories. La respuesta sería de nuevo, la misma: no hay una manera específica de vestirse. No hay ropa especial para mujeres que cumplen 50 años. De hecho, prácticamente cualquiera de los looks que se van proponiendo en este blog o en instagram son aptos para cualquier rango de edad. Lo único que sí varía es la actitud, que con la edad ha de ir ganando en elegancia, que ha de ir sustituyendo el atrevimiento osado por el atrevimiento equilibrado. Que aumenta los largos de las prendas, reduce las sobrecargas inncesarias y siempre piensa en resaltar lo bello de cada una. Porque es obvio que puedes seguir poniéndote culottes, baggy pants, pitillos, bermudas, faldas pantalón, faldas plisadas, vestidos, camisetas… porque tu armario no se va a diferenciar apenas del armario de una mujer de 40 o de 30 años. Pero sí hay pequeños detalles que remarcar:

  • Mírate bien en el espejo. Habrá partes en las que el paso de tiempo se empiece a notar (o no). Quizás es el cuello, los brazos, las piernas, la barriga… localízalas y utiliza prendas que las minimicen: apuesta por mangas francesas, por cuellos camiseros o a la caja, por gargantillas para disimular, por partes de arriba tipo túnica que disimulan la retaguardia, por faldas de largo a la rodilla… 
  • Apuesta por lo elegante, por lo poco estridente. Esa elegancia tan francesa de lo neutro, de las prendas bonitas pero sencillas. Esa naturalidad para que la belleza de la madurez destaque.
  • Complementa. Si bien las prendas tienden a ser más sencillas (no quiere decir que no puedas usar estampados), los complementos se vuelven la estrella. Una bonita gargantilla. Un buen bolso. Un pañuelo. Unos pendientes bonitos. Y por supuesto: los zapatos, los reyes del mambo.
  • Actitud sobre todo. Eres más poderosa que nunca. Más bella que nunca. Esa elegancia, el porte que va dando cumplir años. Aprovéchala.

No se te ocurra: ponerte en actitud de vieja. Viejos son los trapos. Por muchos años que cumplas es todo una cuestión de actitud, de ir evolucionando la manera en que nos miramos en el espejo. De aceptar que afortunadamente, cumplimos años. Y que no somos ya las niñas de 20. Somos las mujeres divinas de 50.

Ridiculizarte. Disfrazarte de veinteañera solo por intentar frenar el paso del tiempo. Cada etapa tiene su parte positiva. Y la belleza es efímera. Pero la elegancia y el estilo aumentan según cumplimos años reforzados por la seguridad que nos va dando la experiencia.

Comprarte ropa fea. O vestirte siempre igual. O ir de señorona de la postguerra. Repito que la ropa que tú puedes comprar está en las mismas tiendas en las que compran las chicas de 20. Solo es cambiar la actitud hacia ella.

Cutreríos. Eso sí que es mejor ir desterrándolos. Mejor poco y bueno o al menos aparente, que mucho y plastiquetoso cutroso.

Lo encontrarás en: el look de la izquierda es de aquí. El de la derecha, aquí.

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