¿Cómo me lo pongo?: Qué frío, señoras

Las bodas en primavera son una lata. Y como a mí me gusta ser p*******, pues me caso en primavera, y en Galicia. Con lo que me imagino que las invitadas a mi día B estarán pensando lo mismo que Patricia: ¿y qué me pongo yo encima si hace fresquito? Un vestido super bonito no nos lo podemos cargar con cualquier cosa que elijamos.

Patricia está invitada a una boda de mediodía que se celebra en breve, en Galicia, y probablemente en la que hará bastante frío. Tiene este vestido en nude y marrón, y un tocado maravilloso con plumas de faisán… pero busca el QUÉ para abrigarse. Vamos a ver alguna opción.

La espalda del vestido determina bastante el tipo de prenda que podemos llevar. Es decir, no podemos decantarnos por un bolero y dejar al descubierto la mitad de la filigrana trasera. Queda una especie de despropósito. Así que lo ideal será buscar:

  • Una chaqueta entallada de largo a la cintura con la manga francesa. El cuello puede ser chimenea (que es el fantástico para el escote del vestido) o de solapas. Si no la encuentro entallada, puede ser también estilo capa. El color perfecto será el crudo, y los zapatos irán en idéntico color, frente a la cartera de mano que iría en chocolate.
  • Un abriguito tres cuartos en tejido ligero que deje al descubierto un par de centímetros del vestido. Con los cuellos redondos y botones de bola para mantener el aire coqueto del conjunto. Puedo escogerlo en algún color oscuro, y si es liso, ponerle un pequeño broche.

El no se te ocurra desde luego es casi único: pasar frío está prohibido. Siempre hay una pieza adecuada que nos libra del congelamiento terrible.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: en este caso, el bolero no tiene cabida tanto por la espalda descubierta del vestido como por la manga del mismo. ¿Dónde piensas meter tal cantidad de tela en un trozo tan pequeño de prenda? Que los churretes funcionan, claro que sí, pero pasarse la cena en modo plisado obligado no mola pero nada.
Un chal tampoco va nada de nada de nada. Es mortalino total.
Bueno, y si te plantas un mantón de Manila, llámame para poner a prueba mi ritmo cardíaco. Si no muero asincopada entonces estoy preparada para lo que sea.
Cuidadín con las medias… Si el vestido es corto o tiene vida propia con tendencia a trepar por la pierna, olvídate de las de muslo. Es superfatal ver a mujeres en proceso descocado con la puntillita de la media + morcillita al aire.
No te pongas a jugar con oros y platas y cobres. El vestido ya tiene color suficiente, intenta que los accesorios sólo lo apoyen, que no haya más protagonistas.
Ojo al bolso. Esos inventos de finales de los 90 que eran unos bolsitos cuadraditos con dos asitas y pedrerías probablemente vuelvan (vuleve todo, nunca se sabe), pero no ahora. Así que déjalos en donde están. Ponte una cartera de mano o una bombonerita con boquilla.

Lo encontrarás en: el conjunto de la derecha es de Carolina Herrera.

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