El nude (o variantes como el beige) es un color muy elegante. Muy fino, que diría mi abuela. Y si va en prendas cuyo largo no arrastre para no competir con la novia, y con algo de adorno como las lentejuelas, resulta estupendo para bodas de verano en las que no queremos arriesgar ni dar la nota discordante por ser de ésas complicadas. Con complicadas me refiero a las que exigen algo de mesura porque se prevé que el nivel estilístico será de alto a superalto. Supersonic Girl tiene una. También tiene un conjunto nude.
El conjunto de Supersonic Girl es nude, de falda larga adornada con lentejuelas doradas y un top sin mangas, de excelente caída. Su idea pasa por combinarlo con unos peep toe en animal print de leopardo + una cartera de mano en colores brillantes como el fucsia, por ejemplo.
Sin embargo, para una boda en la que no queremos destacar en exceso, es mejor optar por algo más comedido. Lentejuelas + animal print pueden resultar excesivo. Por eso, la opción neutralidad es la más adecuada. Como por ejemplo, con un zapato en color coral y joyas en dorado con esmaltado en coral, igualmente. Las lentejuelas de la falda mandan, y ellas serán las que asuman todo el protagonismo.
También resulta adecuado combinarlo con tostados. Por ejemplo, una sandalia en color tostado, cartera de mano rígida dorada, y un tocado con pluma de faisán y tul nude.
Si el protagonismo lo tiene la prenda es mejor no complicarse. Simplemente acompañarla. Los complementos sólo servirán para reforzarla, nunca para crear estilismos paralelos.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: con dorado. No queda mal, conste que no es ninguna aberración. Pero es la parte evidente y además puede resultar precisamente demasiado evidente.
La norma número uno para que las cosas funcionen es siempre detectar qué será lo protagonista. Y si lo tenemos ya, dejar que brille. No comenzar con mezclas imposibles que nos harán sentir inseguras.
Mezclar estampados, acabados, tejidos… exige un poco de cuidado y atención. Y mucha maestría. A veces vemos cosas en revistas que quedan estupendamente pero que no tienen por qué necesariamente quedarnos bien a nosotras. Una sesión de espejo, y dudas resueltas.
Si la falda es de largo midi, evitaremos sandalias abotinadas o cualquier zapato que suba por la pierna, ya que ópticamente la harán más corta.
Lo encontrarás en: los zapatos de la derecha son de Asos.