¿Cómo me lo pongo?: De boda, de negro, y algo de color

Cada vez que recibo un correo de alguien que sigue este blog, de esa gente que está al otro lado y que le da sentido a todo esto; cada vez que llega un mail de alguien que te cuenta su historia, que expone sus dudas, que habla con tanta confianza y con tanto cariño; me emociono. Me emociona que estéis ahí, me emociona que compartamos este espacio y que haya esa confianza extraña de quien nunca se ha visto pero se conoce y se entiende. GRACIAS. Así me ha pasado con el correo de Carmen. Me da pena no haber llegado a tiempo para su consulta (¡lo siento!), y le agradezco infinito todo lo que ha escrito. Leyéndola me la imaginaba sentada enfrente de mí. Ella escribió con dudas para combinar un vestido negro para acudir de invitada a una boda.

Carmen se define como grande. Yo la definiría como estupenda. Alta, con porte. Rotunda. Mujer de las de aquí estoy yo. Señoras, eso es envidiable. Cuarentañera, con las ventajas de una edad en la que puedes resaltar toda la elegancia que da la madurez. Para esta boda tiene un vestido en negro, al que ha pensado añadir unas mangas en gasa u organza para minimizar la presencia de los brazos, que no son su punto fuerte. Lo que considero un total acierto. De complementos, tiene un conjunto con esmeraldas. Y a partir de ahí, sus dudas:

  • ¿Tocado sí o no? Dice que no quizás por edad o por el corte alargado del rostro… y yo le digo que sí. Los tocados no tienen edad y se adaptan a prácticamente todos los estilos. Si su rostro es alargado, es recomendable que busque una figura que no sea igualmente alargada, ni hacia arriba. Mejor una pieza redonda, para ejercer cierto contraste. Si el tocado lleva plumas de pavo real, estamos incluyendo el negro, suavizándolo y dándole protagonismo a las esmeraldas de sus complementos.
  • ¿Y los zapatos? ¿En negro? No pasa nada porque los zapatos sean de color negro. Si la boda fuese en invierno, con media negra fina (o tupida, según gustos), mejor en negro. De este modo, se estiliza la pierna por la uniformidad entre zapato y pierna. Si fuese en primavera o en verano, recordad una media transparente de las que no brillan ni son bronceadas. Y en este caso, el zapato puede ser de color. Un tono acorde al tocado. En este caso, azul añil o en verde esmeralda. 
  • ¿Qué color en la cartera de mano? Acorde a los zapatos. Y así el vestido negro rompe su sobriedad. Mejor siempre una pieza pequeña y rígida. Los bolsos, cuanto más pequeños, mejor se llevan con las tallas grandes. Recordad que en Parfois siempre hay clutch salvadores para todo tipo de bodas y fiestas varias.

Y siempre el maquillaje. Una cara bien maquillada, resaltando los pómulos y con puntos de atención en mirada o en labios, es el mejor de los complementos.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: embutirte. Nada de apretujamientos innecesarios. No hace falta que vayas como Demis Russos (luce tus curvas con orgullo, que suerte que las tienes) pero siempre en tu talla.

Ojo al largo de las prendas. Ni te pases y te vayas al midi; ni tampoco vayas minifaldera. A la altura de la rodilla es lo ideal para estar guapa guapa.

Los zapatos de empeine despejado estilizan mucho más las piernas.

Evita los bolsos de cruzar. Aumentan ópticamente la talla. Por mucho que se lleven.

Cuellos cortos y anchos, alejados de gargantillas y collares pegados al escote. Se acentúa el efecto.

Lo encontrarás en: el tocado es de Mieji Collection. Disponible aquí.

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