Adiós con el corazón

En realidad es un hasta luego. Tanto por mi parte (que, al fin, me voy de vacaciones) como por parte de las colecciones de verano que nos han mirado desde los escaparates. Tanto ellas como yo volveremos. Eso sí, renovadas. En mi caso, en septiembre. En el caso de las de verano, en el 2009, ya desde febrero dejándose observar y desear.

Como en todo fin de temporada están las maravillosas rebajas, las que anhelamos para seguir rellenando los rincones de nuestro armario. Rebajas que nos hacen perder la cabeza y la cartera, cometer errores y dar con buenos aciertos. Personalmente, las detesto. Sin embargo, adoro las segundas rebajas, los remates finales, todo aquéllo que sucede a partir de la última semana de julio y que se alarga hasta agosto. En este momento encontramos la mayor parte de las buenas joyas de nuestra corona a precios insuperables (por maravillosos, claro). Veamos cómo hacernos con un armario previsor para el verano que viene (incluso para el otoño) a base de inversiones en segundas rebajas.

Recomiendo buscar:

  • un trench. Apuesta por alguno de corte original que normalmente no te comprarías. Te resultará muy útil para el final del verano (si vives en el norte) y para el otoño. Además, estos cortes son ideales tanto para el día a día como para arreglarte algo más.
  • punto largo. Los cardigan largos seguirán ahí. De colores claros si lo quieres para el verano (y para el siguiente) y tira por los grises, piedras, tostados o verdes oscuros si lo quieres de cara ya al otoño.
  • minivestidos y corte túnica. Les queda todavía mucho que decir. Si lo eliges gris en seda, verde metalizado o tostado en algodón, probablemente lo reutilices con medias para el otoño.
  • vaqueros. Seguirá la coexistencia entre pitillos y anchos. Si todavía no te habías atrevido y te encuentras con unos anchos, no te cortes. Te encantarán en invierno con cazadora de ante.
  • calzado. Las plataformas delanteras seguirán con fuerza. Si te compras un peep toe te será útil en otoño también, y más si es de la gama de los violetas o del azul tinta. Los oxford de cordones y tacón vendrán en otoño de nuevo. Los zapatos jazz seguirán dando que hablar el verano que viene, así como los de ante con flecos estilo minnetonka.
  • bolsos. Grandes y de pieles acharoladas. Grandes y de piel blanda. En marrones y verdes.
  • cinturones. Los vas a necesitar para ceñirte los vestidos túnica a lo largo del otoño.
  • ropa interior. Aprovecha para renovar tus cajones. Si es de corte romántico y color maquillaje, mucho mejor.

La idea es repoblar el armario de manera práctica y pensando en el otoño o en el verano siguiente. Siempre pensando primero y mirando el precio después. Mostrémonos estrechas y no nos dejemos seducir tan fácilmente por el poder de una prenda.

Seguid tan guapas. Y disfrutad al máximo de este mes de agosto.

No se te ocurra: dejarte cegar por gangas. Lógicamente, hay que pensar siempre en frío, analizando con qué combinará y con qué no, si se adapta a nuestro cuerpo y a nuestro estilo o si realmente nos atreveremos a ponerlo. De lo contrario nunca será una buena inversión. Será un trasto más.
Ir sólo en busca de básicos. Las rebajas están hechas para las sorpresas. Si de camino nos encontramos con unos buenos vaqueros, un sastre maravilloso o una camisa blanca de ensueño: enhorabuena. Formará parte de la sorpresa. Pero no podemos pasarnos la temporada esperando a las rebajas para comprarnos un buen fondo de armario. Puede suceder que no lo encontremos.
No te compres el último grito del verano. Te vas a arrepentir, porque puede suceder que el verano que viene no vuelva (que es lo más lógico).
Ir a imperios varios de la compra accesible. Por algo están ya ordenados y no hay sorpresas más allá de las camisetas de algodón de 2,90 euros. Si había algún chollo, desapareció al segundo uno de abrir las puertas el primer día de las rebajas. No pierdas el tiempo y vete directa a las marcas, a las tiendas a las que no sueles ir. Ya que tienen el 70%, mejor ir a por aquellas cosas que normalmente no están a nuestro alcance o que nos parecen demasiado caras para lo que realmente son.
Comprarte tallas que no te corresponden pensando eso de “ya lo arreglaré” o “le pongo una plantilla”. Craso error. Suelen morir de inanición al fondo del armario.

Lo encontrarás en: el trench es de Bimba&Lola (de 130€ a 35€). La chaqueta, de Adolfo Domínguez (de 125€ a 29€).

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