Segunda vuelta

Más de una vez nos hemos comprado alguna prenda para un evento en concreto, para algo especial. Un vestido que nos enamora para una boda, en el que nos gastamos algo más pero que después vemos permanecer muerto del aburrimiento perdido en nuestro armario. Nos arrepentimos de habérnoslo comprado porque no le sacamos partido aún con lo que nos ha costado. Sin embargo, existe vida más allá del armario. Vamos a ver cómo darle una segunda oportunidad a un vestido del que disfrutamos en un momento determinado. Cómo informalizarlo y usarlo más a menudo.

El punto de partido es un vestido de seda, corte túnica, con escote barco, bolsillos, manga francesa abullonada y corto. En su momento lo lucimos con tacón cuadrado y un gracioso tocado. Pero para el día a día, ¿qué hacer con él?

Dos posibles soluciones:

  • llevarlo con sandalias de cuña muy bajita, pulsera al tobillo y abiertas delante. Estampadas le darán un punto más chic. Lo llevaremos con una chaqueta de punto fino y del largo del vestido, en color azul eléctrico, del mismo tono que las sandalias. En la mano, un maxibolso de piel blanda como los de Mulberry.
  • otra opción puede ser combinarlo con un fajín de piel, de doble vuelta anudado en la parte delantera, de color vino. Una chaquetita de punto y cuello redondo, manga francesa también en vino, cuñas de color naranja y el maravilloso Margaretha Bag de Escada.

No te olvides de las gafas de sol, de unos maravillosos pendientes y sobre todo de tomarte algo en una terracita de verano. Que por muy lejano que nos parezca, está ya a la vuelta de la esquina.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: cuidado con la ropa interior. Estos vestidos tan cortos tienen mucho peligro.
Ojo con los bolsos. Si te decantas por la rafia, mejor que sea en una cartera de mano, ya que si lo llevas en un bolso enorme, engancharás la seda y lo estropearás. Una pena, después de tanto tiempo de conservación en el armario.
Recargarte. Si en su momento fue un vestido para un evento, piensa que rezuma elegancia, que de por sí es suficiente. Así que no le pongas todo tipo de adornos.
Tampoco lo pongas para ir a la playa. Se trata de informalizarlo, no de estropearlo. Es adecuado para dar un paseíto, para tomarte algo, para irte de cena… pero no lo metas en la playa. Para eso hay tejidos más adecuados, como el algodón, por ejemplo.
Atreverte no significa hacer experimentos raros como ponerlo con una cazadora vaquera. No, ni hablar…

Lo encontrarás en: el vestido es de Tony Cohen para H.A.N.D. Las sandalias, de Hoss Intropia.

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