
- Lo más cómodo es un vestido. Por ejemplo, uno en bambula ligeramente transparente para ceñir con un fajín en la cintura. Unas sandalias planas y alguna pulsera grande de madera.
- Otras opciones de vestido son de algodón, muy ligero y color blanco. Con sandalia plana atada al tobillo y un panamá o borsalino de paja.
- Tampoco se descarta un pantalón de lino, largo, amplio y muy muy ligero. Con una blusa de algodón de manga corta y muy escotada, que cierre con un cordón en el escote. El calzado: unas chanclas.
Al no haber arena podemos permitirnos más licencias, sobre todo en cuanto al calzado. Además, es habitual que una tarde en piscina termine con una cena entre amigos, con un cocktail en el bar del hotel o con un paseo por los alrededores.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: si vas a salir a la calle, elegir el vestido transparente. Ése look está muy bien para hoteles o piscinas en casa/urbanización. Pero olvídate de ir paseando tus intimidades por el medio de Madrid, por ejemplo.
Ropa cutre porque así no la tienes que tirar y le das una segunda oportunidad. Hacer trapos con ella también es una segunda oportunidad.
Zapatillas de deporte. ¿Vas a correr bajo el agua, o algo similar?
Caftanes. Ya un poco bastante mucho del todo fuera de órbita. Se ha pasado ya su momento.
Pantalones vaqueros. ¿No te llega el invierno para no desprenderte de ellos ni en verano? Por favor, que me entran los horrores de las mil muertes.
Pies sin arreglar. PROHIBIDO. Es mejor que sacrifiques alguna compra y que te hagas una buena pedicura. Pero cuida con esmero tus pies, por favor.
Tostarte como un lagarto humano. El sol como los caftanes: totalmente pasados de moda. Trátalo con respeto y ponte protección.
El sarouelde colores y flores profusas que el año pasado arrasó en todos los chiringuitos de playa, mercadillos y puestos ambulantes varios. Olvídate ya de él, está más que visto.
Lo encontrarás en: el vestido de la izquierda es de Zara Home. El look de la derecha, de By Malene Birger.


