Nunca antes fue más cierto aquello de que en abril, aguas mil. El mes ha empezado con toda la fuerza acuática y climatológica del mundo, con esas nubes rabiosas y cargadas de agua que dejan tras de sí un Real de la Feria sevillano absolutamente desolador, que no desolado. Porque llueve en la calle, no en las casetas. Y no hay nada que venza el espíritu de fiesta que se respira en esta semana de feria de abril.
Los que han nacido aquí lo llevan en la sangre. Las mujeres se visten de flamenca y los hombres de traje y corbata. Las casetas se llenan de lunares, flores y peinas. De varones engominados, de chaquetas de colores para los más atrevidos, de corbatas de colores. Sobre todo, de música. De muchas sevillanas, tangos y alguna bulería para ayudar a bajar el rebujito.
Los que vienen por primera vez disfrutarán tanto como si llevasen aquí toda la vida. Y lucirán sus galas del mismo modo, porque no hay que ser sevillano para vivir la feria. Lo dice una gallega que ya ha pasado unas cuantas. Así que analizaremos las claves para disfrutar de la feria de Sevilla, de Jerez, de Málaga o de cualquiera de las muchas que se celebran en Andalucía. Y por supuesto, vestir acorde al momento.
Los hombres lo tienen más limitado. Lo habitual es lucir un traje de chaqueta y arriesgar con la corbata, que puede ser de lunares o de colores vivos. Sin embargo, existen otras opciones como las chaquetas de colores o los trajes de chaqueta de color beig. Incluso pequeños detalles inspirados en el “señorito andaluz” que pueden dar mucho juego, como un pañuelo al cuello, el pañuelito en la solapa o pantalones de color. Siempre con estilo, como Mr. Bag sabe hacer.
Las mujeres tenemos un juego infinito. Podemos decidir si vestirnos de flamenca o no. Veamos, entonces:
1. vestirse de flamenca es la opción más vistosa, femenina, seductora y cómoda para la feria. Todas las mujeres lucen preciosas con el traje de flamenca. Lo podemos elegir con o sin mangas, con o sin chaquetilla. Combinado de falda con cuerpo superior. De algodón, de satén, elástico, de piqué… Con encajes, con cintas pasadas, con tules y entretelas. Con mantoncillo al escote pico o a los hombros. Vestido largo o corto al más puro estilo Marisol. En el pelo, siempre una flor (o dos, en función de las melenas) en un lateral, en la parte superior de la cabeza, en el recogido o en la parte delantera, justo sobre la frente; y si el largo lo permite, también una peina.
Las opciones de vestido son miles, igual que los colores. Los más favorecedores son:
- si tienes curvas elige uno con el escote abierto, de hombro a hombro. Manga al codo con volante. Entallado (no en grado sumo porque caminar, sentarse o agacharse puede ser una tortura) y con volantes desde la rodilla. Combinado con collares y pendiente no excesivamente largo.
- si eres muy alta, aprovecha los de manga sisa, con volante en la manga y chaquetilla. O con un mantoncillo largo, con flecos. También los de manga larga, con volante en la muñeca. Abusa del pendiente, que tu estatura te lo permite. Ojo con las flores, mejor en los laterales de la cabeza.
- las rectitas de cintura y poca cadera puede aprovechar la falsa cintura de una falda de talle alto combinada con un cuerpo ajustado, incluso con cuello chimenea simulando las prendas que lucen las amazonas. La falda entallada y fundamental muy ceñida en la cintura.
- si eres bajita, atrévete con uno corto, a lo Marisol. Con mantoncillo de hombro a hombro y cerrado en el inicio del escote con un broche. Abusa de los pendientes y elige unos enormes, ya que tu escote queda desnudo. La flor siempre en lo alto de la cabeza, que simula más altura.
2. puede que a causa de la lluvia o de circunstancias no te apetezca o no te atrevas a vestirte de flamenca. También es una opción y puedes ir igualmente preciosa. Lo español está de moda y es muy fácil hacerse con prendas inspiradas en lo flamenco:
- una camisa con manga de volante o con cuello claudine y lunares (como las que propone H&M) y una falda de talle alto. Un vestido blanco con collares largos y pendientes de flamenca. Cualquiera de las prendas de la colección de Flamenco Chic.
- el complemento estrella por excelencia es el mantón de Manila. Si es bordado en color, mucho más vistoso. Si te vas a hacer con uno, vigila que sea bueno, o al menos que se corresponda con el precio que proponen. La calidad se mide por la cantidad de bordado y por el peso del mantón. El cuerpo de la seda y de los flecos también influye. Es una prenda muy versátil que puedes llevar de manera clásica con un vestido negro, o modernizarlo con un vestido camisero e incluso con unos vaqueros. Siempre es un placer usarlo.
Las opciones son infinitas, pero sin duda, la más elegante de todas es nuestra sonrisa. Nuestras ganas de pasarlo bien y de divertirnos, por mucho que desde la capa de ozono se ocupen en intentar “aguarnos” la fiesta.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: llamarle “faralaes” al traje de flamenca. Es traje (o vestido) de flamenca (y en todo caso, de gitana). Faralaes (plural de la palabra faralá) son los volantes de un vestido, normalmente regional. Es decir, cualquier vestido regional confeccionado con volantes sería un vestido de faralaes. Pero el vestido para la feria de abril (o cualquier otra feria en la que se pueda lucir un vestido de este tipo) es un traje de flamenca.
Llevarte el megabolso. Por supuesto, con el traje de flamenca ni se te ocurra ni el mega bolso ni el mini bolso. Existen opciones de bolsos bandolera para llevar con el vestido con las que no estoy en exceso de acuerdo, pero que son admisibles. El vestido tiene un bolsillito oculto entre los volantes de los bajos para guardar lo imprescindible. Pues eso, que el bolso para cuando no vamos de flamenca, tampoco ha de ser enorme. Las casetas están llenas de gente y normalmente no es cómodo guardarlo (los socios disponen de taquillas pero es bastante engorroso tener que estar abriéndola y cerrándola cada vez que necesitemos algo).
Utilizar unos zapatos incómodos. Los zapatos han de conocernos desde hace tiempo porque pasaremos horas de pie. Hay gente que viste de flamenca con alpargatas. A mí no me gustan, aunque con vestidos más sencillos y menos elaborados pueden tener un pase.
El traje de flamenca admite un “todo vale” en cuanto a complementos. Podemos utilizar pendientes enormes, collares, peinas, flores, mantones, abanicos, medias de rejilla, transparentes… todo. Pero que valga todo no significa que no usemos el sentido común. Si los pendientes son exagerados, evitemos el uso de collares, para que nos luzca el cuello y los maravillosos pendientes. Y viceversa.
Lo encontrarás en: mantones de Manila preciosos en Feliciano Foronda, en la calle Sierpes. Trajes de flamenca maravillosos de Cañavate, Juana Martín o Aurora Gaviño entre miles de las opciones. Más económicos en cualquiera de las calles entre la Plaza del Salvador y la Plaza de la Encarnación.