
Es cierto que hablar de toros cada vez se está volviendo más políticamente incorrecto. Pero también es cierto que es necesario vivir la fiesta para poder hablar con propiedad sobre este tema, para poder emitir una opinión en contra o a favor de las corridas de toros. Al margen de toda esta polémica, como siempre me coloco en el bando de lo frívolo y me quedo con el maravilloso glamour de una tarde de toros a la que a vosotras puede que también os inviten. Veremos cómo acudir magníficas (como siempre, gracias a nuestros recursos existentes en nuestro armario) a una corrida de toros.
Como anticipo, avisar de que suele hacer calor. Mucho calor, aunque estemos en un tendido de sombra. Así que elegiremos un atuendo fresquito, que puede pasar por dos opciones:
- una al más puro estilo Ava Gardner enamorada de nuestros toreros, suspirando desde la barrera totalmente afectada. Para ello, un vestido de batista de algodón, floreado, de tirantes, no demasiado escotado, con un lazo de raso a la cintura. Entubado y largo a la rodilla, pero no estrecho en exceso para poder subir escaleras. Lo complementamos con una chaquetita de punto de cuello redondo y manga francesa en color coral. Zapatos de ante negro con plataforma delantera, y en la mano una carterita pequeña. Cerramos nuestro particular homenaje a las divas del toreo con nuestro rouge divino de Guerlain y una gargantilla de perlas blancas.
si queremos estar más cómodas para poder movernos con más libertad, podemos optar por una blusa de chiffon, también floreada, de manga abullonada como las que presenta Mango, combinada con un pantalón ancho y un fajín. Un toque flamenco a través de los pendientes que propone Victorio & Lucchino será perfecto. Si tu melena te lo permite, atrévete con una peineta como las de Bottega& Veneta.
No te olvides de llevar un pañuelo blanco. Los toreros merecedores de orejas y rabo no siempre están en el ruedo…
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: elegir un tendido de sol. Siempre que esté dentro de las posibilidades y puedas elegir, decántate por uno de sombra. Máxime en el sur.
Llevarte el maxibolso. Las plazas de toros suelen ser escasitas en cuanto a espacio entre filas. Tendrás suficiente para intentar acomodar tus piernas como para para intentar colar también tu bolso.
Olvidarte el abanico. No sólo por coquetería. El aire acondicionado creo que aún no ha llegado a las plazaz abiertas.
Entrar sin almohadilla para sentarte. Si el espacio entre filas no abunda y además tienes que sentarte en una piedra dura, tu tarde será de lo menos gloriosa. Puedes hacerte con una de alquiler, y si lo prefieres cómprala. En Sevilla puedes hacerlo en los alrededores de la Maestranza, en la c/Adriano.
Lo encontrarás en: el vestido es de Roberto Verino, de hace un par de temporadas. Sigue existiendo en algunos outlets de la firma. Las chaquetas de punto, en Lefties o H&M.
si queremos estar más cómodas para poder movernos con más libertad, podemos optar por una 

