Desde ayer estamos oficialmente en Semana Santa. Aquí en Sevilla se vive de una manera especialmente intensa, con esa mezcla de festividad y recogimiento tan característicos de estos días. Y por fortuna, mucho sol. Al menos por ahora.
La Semana Santa es para gustos: los hay más devotos que la viven con fervor y la disfrutan plenamente; y los hay menos creyentes que la ven como unos maravillosos días de vacaciones, de cenas, de playa o nieve. Sea como fuere, nos esperan unos días sin madrugones ni marrones (qué bonito pareado). Y sea cual sea el plan que tengamos para estos días de vacaciones, siempre habrá una disculpa para ponerse guapas.
Si lo que nos apetece es arreglarnos un poco, la sugerencia de un vestido bajo la rodilla, abullonado y de manga corta puede ser la solución a los problemas de calores repentinos y los fríos en cuanto se pone el sol. Ideal para salir a tomar el aperitivo y volver tras las copas de la noche tardía. Al menos, ésta fue mi elección para un largo Domingo de Ramos.
Un vestido de color neutro, como el gris o cualquiera de los tonos nude, es una inversión rentable porque podrá permanecer largamente en nuestro armario ya que no nos cansaremos de él y porque su versatilidad es infinita, porque el poder de cambiarlo lo tienen los complementos con que lo acompañemos. Con uno como el de la fotografía, podremos llevarlo:
- Ceñido con un cinturón en la cintura. Un cinturón ancho. Si hace frío, con media tupida negra y zapato de ante también negro para que la pierna y el pie queden uniformes y no generen otros puntos de atención.
- Suelto, sin ceñir. Si hace buen tiempo, con la pierna desnuda y un zapato color maquillaje, cerrado y de taconazo.
- Si mi estilo es más informal, lo puedo combinar con unas botas planas, por la rodilla, de piel negra; y una chaqueta de punto grueso.
En cuanto a la prenda de abrigo para una prenda de este corte, casi a media pierna, ha de ser o bien un abrigo o gabardina entallada y levemente por encima del bajo del vestido; o bien entallada igualmente y a la altura de la cadera.
Sea cual sea vuestro plan, lo fundamental es que lo paséis bien, que descanséis y que disfrutéis con quien elijáis.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: medias transparentes… y menos con sandalias con los dedos al aire. Bueno, y sin palabras con alpargatas. Sin palabras.
Un cinturón ancho con apliques de moneditas, en plan playero. Así, una cosa informalilla, que no venga al caso.
Medias de rejilla…
Si eres bajita o tienes las piernas muy delgadas, evita ponerte este vestido con bailarinas o con zapato plano. Te romperá la línea.
Mocasines, Dr. Martens o All Stars. Y no vale la disculpa de que lo quieres socializar. No hagas mezclas raras que puedan llegar a ser dañinas para la salud humana.
Chaquetones tres cuartos. Este vestido abullonado y con largo bajo la rodilla no se puede acompañar con prendas tan sueltas de largos indefinidos, porque el efecto botijo puede ser devastador.
Lo encontrarás en: el vestido es de María Barros.