No quiero decir que esta entrada sea gastronómica, ni siquiera tenga tintes de ello. En absoluto. Pero la expresión queda estupenda con la esencia de lo que hoy quiero hablar. Más de crisis, por supuesto. No por fatalismo, sino por realidad. Es lo que nos toca, no queda otra. Por esta razón, veremos cómo montar más de un look con las mismas prendas, de manera que nos sirvan para salir de tapas, para ir a trabajar, para salir de copas o para un día a día de lo más normal.
Lo haremos todo con un blusón-vestido de algodón, estampado. En marrón y tonos piedra, manga larga ligeramente abullonada en el puño y escotado. Lo que hayamos invertido en una pieza como ésta tendremos que amortizarlo al máximo. Veamos ejemplos:
- Para ir a trabajar. Como blusón con pantalones pitillo y peep toe con plataforma delantera de color gris, de ante. O sandalia-botín como las que propone Pedro García. Maxibolso de piel blanda y un abrigo en tonos grises. Geniales los de Massimo Dutti y magníficos los de Masscob en La Pitusa (c/Chicarreros, Sevilla). Cierro con pulseras anchas, colocadas sobre la manga y un collar largo, de cuentas. Si hace mucho frío, es también posible un jersey de cuello alto y punto fino en marrón, bajo el blusón.
- Para tomarme unas tapas o unas copas tranquilas. O cena informal en casa de amigos. Como vestido con medias de algodón o legging largo en marrón oscuro. Botas planas de piel blanda; y para las versiones más cañeras, de corte cowboy. La que tenga una visión más bohemia de la vida, estilo Minnetonka, planas, de ante y con flecos. Bufanda de lana en crudo, larga y estrecha. Trench y cartera de mano blanda en gris (o bolso de ante largo, en un solo hombro si me decanto por las Minnetonka).
- Para salir de copas o de cena en restaurante algo más arreglada. Si me atrevo, me lo pongo como vestido y lo combino con unas calzas de color gris y botín-sandalia en piedra. Trench o chaqueta de punto fino, larga y collar largo, muy largo. También con botas de piel natural y tacón cuadrado.
- Para un día cualquiera. Bien como vestido o blusón (entonces, con legging largo o con pitillo), bailarina o bota plana (si lo llevo como vestido, también vale mocasín con media gris opaca). Si es vestido, cinturón ancho, de piel blanda, en la cintura. Si lo llevo como blusón con pitillo, cinturón a la cadera, abullonándolo. Cierro con una chaqueta de punto larga y gruesa y un collar largo.
No me olvido, por supuesto, de los pendientes y los anillos, que si son muy grandes quedan divinos en el dedo índice.
Con tantas opciones (y seguro que hay más) no duele tanto una inversión. Todo es cuestión de pensar en estampados, cortes y tejidos que nos resulten agradables, cómodos y combinables. Es tan fácil como parece.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: el capricho última hora. Y mucho menos si es sólo porque es muy barato. Porque 10 € + 10 € + 10 € y así sucesivamente, hacen muchos euros. Y a veces inutilizados.
Vivir esclava del consumismo. Eso de cada vez que sales a la calle tienes que comprar algo, aunque sólo sean unas medias, hay que remediarlo. Es el momento de actuar de manera racional.
Blusones o vestidos de este corte con medias transparentes. No lo defino porque me resulta dañino imaginármelo.
Blazier con un corte como éste. No acabo de verlo.
Guantes. Con este tipo de manga, estampado y tejido, no me encajan.
Miles de pulseras plateadas, con montones de ositos de Tous y etc. No es que estén mal, es que a mí personalmente me parecen excesivamente… formales. Y muy estandarizadas.
Si quieres ponerte algo en la cabeza, lo más adecuado será una boina, de fieltro o punto. Para nada un Dobbs o un Indiana Jones. Si quieres sombrero de fieltro, entonces una pamela ancha, de ala redondeada.
Ponerlo con botas de punta, taconcito fino y cremallera lateral. Son terribles, terribles. Me dan más miedo que las medias transparentes.
Cuidado con las botas planas. Cuando hablo de botas planas me refiero a algo tipo esto. Nunca a esas que empiezan a proliferar de todos los colores, con su punta marcada y su cierre trasero con cordones de ante o serraje. Ese mix de bota plana flecosa, mejor no. Las medias tintas en cuanto a materiales y tendencias son siempre un churro.
Lo encontrarás en: el blusón-vestido es de Taboo para Rosario (c/Rosario, Sevilla). El bolso, de Uterqüe.