Jugársela a una sola carta es muy complicado. Terrible, diría yo. Un examen, la presentación de un proyecto fin de carrera o la lectura de una tesis forman parte de esos minutos que cambian nuestra vida. El trabajo de tanto tiempo puede lucir o todo lo contrario, siempre dependiendo de nuestro temple, del dominio del tema, de la suerte, del jurado. Son muchos los factores que entran en juego y que determinarán el desenlace de tan complicado momento. Por eso, nuestra apariencia externa no ha de ser un problema más. Debe contribuir a reafirmar nuestra seguridad, nuestro carisma ante un grupo de personas que leerán nuestro trabajo pero que también nos observarán y analizarán nuestros gestos y movimientos. Nunca debemos descuidar este aspecto en una exposición. Por esta razón, vamos a estudiar el look adecuado para un examen oral de oposiciones, la presentación de un proyecto fin de carrera o la lectura de una tesis.
En primer lugar es necesario establecer dos categorías que vienen determinadas por la disciplina que tengamos que defender. No es lo mismo una presentación relacionada con el derecho, la ingeniería o la economía que con la enseñanza, la creatividad, arquitectura, periodismo, o cualquier otro campo menos estricto que los anteriores. En función de esto, marcaremos dos opciones:
- la más seria: si tienes que defender un examen oral, tesis o proyecto relacionado con materias con un código bastante estricto y cerrado, es mejor no arriesgar. Lo cual no significa monotonía en el vestir. Optaría por un traje de chaqueta y pantalón en color beig (si no te atreves, decántate por uno azul marino con raya diplomática muy fina en tostado), con un cinturón fino de color marrón oscuro. Combinado con una camisa de color blanco, doble puño y gemelos. El zapato, de tacón, cerrado o peep toe a lo sumo. En color marrón. Si quieres personalizar de alguna manera, lleva zapato color coral con el cinturón del mismo tono. Cuidado con los complementos. Mejor unos pendientes pequeños, discretos. Como mucho, un anillo no demasiado grande o un colgante.
- la más permisiva: las actividades que implican creatividad suelen ser menos rígidas a la hora de juzgar la apariencia externa. De hecho, es algo que normalmente valoran. Podemos decidir si llevar pantalones o falda. Los pantalones pueden ser de cintura alta, estilo sailor como los de Comptoir des Cotonniers; o pitilleros, rectos como los de Zara. En beig o en gris claro. Los combinamos con una camisa de manga corta o manga larga remangada al codo. La camisa blanca con algún tipo de relieve del tejido, en algodón. Si elijo falda, no tengo por qué llevar la siempre socorrida falda lápiz, si no me apetece. Una falda abullonada, como la de la derecha, en color piedra (también de algodón), coordinada con una blusa de manga corta, de lino, colo blanco roto, con pechera de encaje. En los pies, un zapato cerrado, peep toe como excepción. Si no quiero arriesgar mucho, lo llevaré marrón. Y si me atrevo, puede ser azul tinta. Tanto con falda como con pantalón, puedo llevar una blazier por encima. Tampoco exageraré en los complementos.
Está claro que sólo con una bonita apariencia no nos van a aprobar. Pero si controlo a la perfección los temas que tengo que defender, ayudará a que guarden una buena impresión de mí. Y siempre, siempre, que hablen de mí. Pero bien.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: cargarte de pulseras. No dejan escribir bien, se mueven y hacen ruido. No son serias.
Recargarte. Con maquillajes exagerados o complementos múltiples. Elige los accesorios con mesura.
Llevar tejidos malos. El poliéster es un horror y su pésima caída se nota. No hace falta que te arruines en un traje. Sólo vigila que esté fabricado con tejidos naturales. Lo mismo con las camisas y blusas. Sí, se arrugarán más, pero transpiran mejor.
Los tirantes, ni escotes, ni wonderbrás, ni minifaldas. Que no te vas a montar en ningún coche de choque.
Ponerte sandalias. Los pies al aire, no. Los pies completamente desnudos con sólo unas tiras que los protejan, no dan una idea de demasiado decoro. Es incluso como un pelín… guarrete. Impensable por supuesto, el rollo chancla.
Llevar cualquier cosa que no te resulte cómoda. No te disfraces. La inseguridad que genera la situación te desconcentrará y afectará al resultado.
Ir de reina del colorín. Siempre mejor llevar tonos neutros. Es difícil que causen rechazo óptico. No así con un fucsia o un verde demasiado intenso.
Descuidar la ropa interior. Sin comentarios esas braguitas de lunares bajo un pantalón beig.
Llevar las manos hechas un desastre. Forman parte de la comunicación no verbal, que también se tiene en cuenta.
Lo encontrarás en: la blusa es de Massimo Dutti 07. La falda, de Comptoir des Cotonniers.