Vivir con alegría es la clave de la felicidad. De esto sabe mucho Laetitia, que en su blog nos cuenta cómo afronta con positivismo su día a día. Además de alegre es aventurera. Y obedeciendo a una petición personal suya, le dedico la presente entrada.
El buen tiempo nos abre el apetito de actividades al aire libre. Disfrutar del campo es un privilegio y las posibilidades que nos ofrece son muy variadas y adecuadas a todos los gustos. Desde los más arriesgados a los más precavidos. Veremos cómo acertar en una jornada de deportes de aventura al aire libre.
Partimos de la base de que no somos profesionales, solamente aficionados o simples curiosos. Así que veamos las claves para acertar según la variedad deportiva que elijamos.
- Si nos va el agua, el rafting o el kayak pueden ser la mejor opción. Lo normal es apuntarse a alguna expedición organizada, en la que nos facilitan la embarcación adecuada, el casco, el salvavidas y a veces, también el neopreno. Yo recomiendo que te hagas con tu propio neopreno. Aunque sea verano, el agua de los ríos suele estar helada. Los pies, cubiertos con escarpines.
- Si nos va más la tierra, el trekking más o menos suave es nuestra elección. Un paseo siguiendo rutas entre árboles. Subiendo y bajando cuestas, con caminos llenos de piedras que pueden lesionarnos las rodillas o los tobillos. Así que es fundamental llevar unas buenas botas, que sujeten nuestros pies para facilitar la estabilidad de nuestro cuerpo. Lo mismo con los calcetines, siempre hay que llevarlos y tienen que permitir la transpiración.
En cuanto al atuendo, llevaremos una camiseta de algodón o de cualquier otro tejido específico que facilite la transpiración, sin costuras. Unos pantalones holgados que permitan mayor agilidad de movimiento. Y para abrigarnos, una parka o un polar. Siempre una gorra o un pañuelo para protegernos del sol, y una mochila. En la mochila es importante que metamos alguna crema que nos ayude en caso de contractura, o una tobillera y/o rodillera (según debilidades), además de agua o bebida isotónica. Para caminos complicados pueden ser de utilidad los bastones. Si el deporte va ser en el agua, un bañador y el consabido neopreno más escarpines.
Lo último será aplicarnos el factor solar y prepararnos para disfrutar de una jornada deportiva con un aire mucho más limpio y saludable que el de un gimnasio.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: llevar chanclas. Aunque lo que vayas a hacer esté en el agua, nunca lleves los pies desnudos, ya que corres el peligro de lastimarte.
Llevar bolso. Por fin vas a hacer deporte, el momento idóneo para llevar calzado deportivo, gorra o mochila. Olvídate del resto de atuendos urbanos.
Utilizar tejidos artificiales. Las lycras, el poliéster y el nylon son poco confortables y pueden llegar a producirte alergia tras el esfuerzo.
Estrenar unas botas el primer día de gran caminata universal. No terminarás el recorrido y te acabarás haciendo daño.
Comprarte un equipo superior o inferior a tu nivel de riesgo. Ni te gastes una pasta si lo tuyo es el paseíto suave; ni seas cutre y que luego el cuerpo pague las consecuencias.
Llevar tus gafas de Prada. Si no puedes despegarte de las gafas de sol, hazte con algún modelo deportivo específico. Lo mismo con el reloj.
Vestir camisetas de tirante. No por nada, simplemente para proteger tus hombros del sol.
Utilizar ropa demasiado ceñida. Deja que tu circulación circule. Para eso está.
Ponerte ropa vieja, de la que ya no usas. Vas a hacer deporte, no a recoger escombros. Así que vístete bien, acorde al entorno, pero bien. Las camisetas XXL de Mudanzas noséqué están muy bien para pintar tu casa, para nada más.
Ir maquillada. Lo de con mi chándal y mis tacones es sólo el verso de una canción. Dejemos que siga de esa misma manera.
Olvidarte el móvil (o peor aún, llevarlo sin batería), sobre todo si vas a la aventura total, sin formar parte de un grupo.
Lo encontrarás en: la parka es de North Face. Las mochilas, de Quechua; y las botas, Salomon. Todo, en Decathlon.