Desde aquí hago un llamamiento a las firmas de moda: hacéis vestidos maravillosos pero os olvidáis de que el gran problema de quien los compra será cómo no pasar frío con ellos. Qué se pone una para estar mona, que no desluzca la prenda y que resulte cómodo. Si esto de por sí es un problema, cuando el vestido tiene un corte complicado la tarea se vuelve un casi imposible. Así está Violeta.
El vestido de Violeta tiene un corte entallado hasta media cadera, para abrir en capas de volantes con mucho volumen. Lleva un falso escote palabra de honor del que sale un cuello de aire María Antonieta en un tejido y color diferentes al cuerpo del vestido. Los colores son fresa y rosa chicle.
Para abrigarse habrá que buscar una pieza que no sea nunca más larga que la cintura, que no tenga cuello y que no quede floja en el cuerpo. Para ello, nos quedan estas opciones:
- Una chaqueta torera de manga francesa. De cuello a la caja para que los cuellos del vestido sobresalgan. En un tono rosa pálido, por ejemplo.
- Una chaqueta bolero de manga corta. Que sirva únicamente para cubrir ese hueco que queda libre de los hombros y la espalda. En un tono de rosa más oscuro que el vestido, de contraste.
- Una chaqueta de punto de seda, muy fino, de manga francesa. En color contraste como el morado, por ejemplo, para romper.
- Una chaqueta brocada, en rosa con dorados.Escote a la caja, muy entallada, hasta la cintura, casi como si fuese un corset, e incluso de manga larga o la manga con farol. En una inspiración en esa línea tan María Antonieta.
- Y si nos atrevemos, una chaqueta de traje de luces. De torero. De exceso, que sea ya en exceso supino.
Y accesorios muy sencillos, sin ninguna estridencia, ni en el peinado ni en el maquillaje. El vestido por sí mismo es el que brilla, y no podemos esforzarnos en eclipsarlo.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: ya sabéis que los chales no son de mi devoción en absoluto. Pero es que en este caso es peligroso porque provocará un efecto demasiado saco, con tanta capa de tela cayendo una sobre la otra. Lo único admisible, es una estola, colocada de lado a lado de cada brazo. En invierno, con una de piel se soluciona el problema.
Blazer. Ninguna chaqueta que tenga cuello y que esté demasiado armada quedará bien.
Nada de abrigos. Con el volumen de la falda no tienen cabida en absoluto.
Al hablar de chaquetas de punto, no nos referimos a una chaqueta de punto cualquiera. Ha de ser de punto muy fino, con algo de seda, de excelente caída. Apropiada para el momento.
El vestido casi obliga tacón, para no parecer una tarta en movimiento.
Nada de complementos excesivos. Nada de pendientes grandes, ni tocados, ni diademas, ni horquillas. Como mucho, un anillo, una sutil cartera de mano o una pulsera finita.
Lo encontrarás en: el vestido de Violeta es de Uvas de Fresa. La chaqueta de la derecha, de Zara.