El Ideario: Feria de Abril

Sevilla huele a Semana Santa y a Feria. Con esto de la primavera temprana, ya huele todo a azahar. Y puede sonar cursipoético, pero a mí me sigue encantando ese aire de primavera que en el norte no hay. La Feria de Abril de Sevilla está a la vuelta de la esquina, los talleres de flamenca le van dando las últimas puntaditas a los vestidos. Pero también hay mujeres que no se visten de gitana. Porque para pasear por el Real no es necesario enfundarse uno de esos. Aunque dicho sea de paso, favorecen y mucho. Ainhoa vivirá su primera Feria este año. Es una chica del norte (en donde estas ferias no se estilan) que se quiere vestir con su ropa. Vamos a darle las claves de cómo pasear por el Real de la Feria de Sevilla, de calle, sin meter la pata.

En primer lugar, es Feria. Es decir, es una fiesta. Como tantas. Por muchos coches de caballos, jinetes vestidos de corto, amazonas guapísimas, mujeres de flamenca con flores y aros grandes que pueda haber; es una fiesta. Sin más. No un baile de disfraces. Así que si no tienes un traje de flamenca en condiciones (no de disfraz, ni de los 80 con los volantes saliendo de la cintura), vístete de calle. Arregladita, eso sí, pero sin más artificios.

Este año la cosa está sencilla. Con eso de los largos desiguales, los volantes y los flecos; tenemos material a nuestro alcance para ir más que monas. Lo importante es distinguir entre ir a la Feria de día, e ir de noche.

Si vamos de día, con un vestido entallado sin mangas, de estampado floral. Un bolso pequeño de cadena al hombro y salones de tacón. Para las más modernas, un mono corto con cuñas peep-toe. Las discretas, un vestido de seda de corte túnica en nude, con un cinturón ancho, rígido y dorado con sandalias de tacón. Y las que no se suelen arreglar, un vestido de seda de largo desigual, color aguamarina, con sandalias jaula.

Si vamos de noche, apostaremos por los colores oscuros. Por ejemplo, en un vestido entallado con volante en la cintura y salones de ante. El vestido en algún color empolvado combinado con los complementos en negro. O un vestido con flecos, incluso de escote asimétrico, y sandalias joya.

Hay otros detalles que cierran el look. Como el cabello recogido (a la que le quede bien), o un maquillaje de ojos ahumados para la noche. Y de complementos, arriesgar con grandes anillos, brazaletes o pendientes es una buena opción. Máxime si son en dorado.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: las manos libres siempre. Así que evita las carteras de mano porque se pueden volver un auténtico engorro. En la Feria se va a beber, comer, charlar y bailar. Y casi todo exige manos preparadas.

Las flores en el pelo se llevan si vas vestida de flamenca. Si no, NO. No hagas el maceta, no tiene sentido. Es super de guiri, o de despedida de soltera. Ir de calle con una flor en el pelo (y peor, de medio ladillo) no tiene sentido.

Abusar del rojo. Si vas de flamenca, pues ya puedes ir de gitana hasta en la vida. Pero si eliges ir de calle, no hay por qué caer en estereotipos. La mujer que va a la Feria de calle ha de ir elegante. Punto. Teniendo eso en cuenta, ya podrá arriesgar tanto como desee.

Por lo mismo, olvídate de ir demasiado informal. Y mucho menos en deportivas o similares. Eso, descartado. Piensa que los hombres van de traje y corbata. Así que busca el equivalente para ti.

Tampoco se trata de sacar las ropas de las bodas. Guapa, elegante. Sin pasarse al lado del vestido que te compraste para la boda de tu hermano, con su escote palabra de honor y su largo total.

Las sandalias, con cuidado. Se pueden levar, claro está. Y más con el calor que suele hacer en la feria. Pero piensa que el suelo es de albero. Es decir, polvo amarillo pegajoso power. Cuenta con ello.

Lo encontrarás en: ambos vestidos son de Zara.

* Quedan 3 plazas para el Taller A solas con el espejo que impartiré este sábado en A Coruña. Más info, aquí. Y para apuntarte, también.

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