El protocolo dice que el color negro no es el adecuado para asistir de invitada a una boda. Sin embargo, si éste va suavizado por otros colores que lo complementan, y con un corte apropiado, y además, no tenemos un elevado índice de parentesco y/o compromiso con los contrayentes; podremos lucirlo perfectamente. Maite tiene un vestido en el que predomina este color pero que resulta perfecto para una boda.
El vestido de Maite es en blanco y negro, con un tejido rico, levemente dibujado, y las manguitas murciélago con encaje. Dispone de una cartera de mano joya de color negro y busca zapatos también en ese color. El modelo de zapatos glitter de Zara le encanta pero no son los más recomendables por el estampadito que ya tiene el vestido. Sin embargo, no tiene por qué renunciar a llevar brillo en los pies. Unos salones de lentejuelas le darán un toque simpático y acorde al estilo de la prenda.
Para el fresco piensa en un blazer negro. Algo que no le recomiendo. Primero, por ser excesivamente sobrio para la pieza. Mejor es una chaqueta con un punto más informal y del mismo estilo que el vestido. Con una chaqueta de cuello a la caja, de corte capa y manga francesa. Puede ser negra, igualmente. Y adornarla con un broche de pedrería con color, como el fucsia, por ejemplo, para alegrarla.
El cabello tampoco sabe cómo llevarlo. Es rubia, con el pelo rizado que suele llevar a las bodas, peinado y suelto. Yo le diría que se hiciese una trenza de lado, muy romántica, aprovechando el rizo natural de su pelo. O una coleta baja, si lo quiere llevar liso. Pero siempre aprovechando ese punto coqueto que le da la gran lazada frontal al vestido.
Más color podría ir en unos guantes mini, de piel, también en fucsia, que funcionan a la perfección con la chaqueta de manga francesa. Pequeños detalles de color que no se coman el protagonismo del vestido, que es el que importa.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: un peinado rígido. Es decir, un moño italiano o similiar, algo demasiado repeinado. Te hará mayor y no irá nada con el vestido.
Zapatos estampados. Aunque el vestido lo veamos en blanco y negro, el tejido habla. Si está dibujado cuenta como color. Y hay que respetarlo.
Si lo de la chaqueta tipo capa no te convence, no vuelvas al blazer. Es mejor entonces una chaquetita de encaje, o algo similar.
No te pases con el maquillaje. Este vestido pide naturalidad, brillo en los labios, rubor… nada de mujeres fatales.
Si la cartera de mano es totalmente opuesta a los zapatos, olvídate de ella. Lo ideal sería llevar una que también fuese de lentejuelas, para acompañar al binomio.
Lo encontrarás en: el vestido de Maite es de Mónica Cordera. Los zapatos, de Zara.