El Glosario: la faja

En alguna ocasión me habéis pedido un post dedicado a ellas. A las fajas. Esa prenda injustamente tratada, con tan mala fama y de la que me confieso absolutamente fan.

Desde que las famosas o celebrities o como las queramos llamar, se hayan dejado ver con la suya; parece que da menos vergüenza decir que se usa faja. La faja ha existido desde siempre y hubo una época (años 30 y 40) en la que formaba parte fundamental del vestir femenino. Ahora parece que volvemos a recuperarla.

Existen tantas fajas como necesidades: para reducir barriga y afinar cintura, para tornear cartucheras y culete, para uniformizar silueta… sólo hay que elegir la adecuada.

¿Cuándo se usa? Siempre que nuestras carnes vayan a quedar con sus vergüenzas al descubierto. Esto es, tanto con vestidos, faldas como pantalones si el tejido deja entrever la piel de naranja o similar, impera el uso de la faja. Da igual si es para un evento on, se puede usar en un día a día cualquiera (sin abusar, que los excesos de presión continuados tampoco son buenos para la celulitis). También en el caso de barriguitas incipientes o para recoger la “tripa colgandera” que tan bien define mi Baballa del alma.

¿Dónde encontrarla? Desde las opciones increíblemente milagrosas de Spanx (en la imagen) hasta otras más low cost que también funcionan en Women’s Secret y en Oysho.

No se te ocurra: faja en modo braguita si vas con pantalones. Se va a notar la demarcación y queda fatal.

Faja de pierna para vestidos muy cortos. Da igual que a la Longoria se le vea. La faja no se enseña.

Faja de cintura para vestidos muy ceñidos. Porque se va a notar en la cintura. Para eso, mejor las corporales.
De tu talla. No te puede quedar holgada pero tampoco que te suponga un corte circulatorio y posterior gangrena.

Tampoco hace milagros. Afina silueta, reduce algo de volumen, pero no consigue que te conviertas en una sílfide.

Sigue mi día a día en Twitter. Ésta es mi página de Facebook. Búscame en Instagram como @elestilario. O sígueme en Bloglovin.


¿Conoces “No llores patito”? Echa un vistazo a las propuestas que María y yo tenemos para mamás y bebés con estilo.

Compartir:

Reconecta con tu estilo, contigo y con tu armario

Suscríbete a la Comunidad Privilegio Estilario