La foto es de aquí.
Estoy emperradita con unas. Ya las tuviera allá por mis 18, unas Ray Ban Aviator de espejo y unas Oakley de ídem (ya os había dicho que en mi juventud joven me iba lo surferito). Pero es que ahora, después de tantos años y de acabar hartita de llevarlas, me vuelven a encantar. Y quiero unas gafas de espejo. Y las quiero no sólo para la playa y el verano (que pegan, y mucho). Sino para el invierno que viene. Para darle ese puntito canallita que me gusta a la ropa más formal.
Señoras, salgan a sus ópticas, corran como locas y busquen sus gafas de espejo. Ya verán como en breve se convierten en una plaga.
* Como siempre, con sentido común. No es algo genérico. No valen para todos los estilos ni para todas las edades. Que sean tendencia no significa que sean de obligado uso.
* Para los chicos me gustan y mucho, las gafas de espejo con los cristales tintados. En concreto, las Oakley Hoolbrok que lleva Fernando Alonso.
* A todos os deseo un bonito viernes. Pero especialmente a Virginia León, que esta noche va a vivir el primero de muchos momentos especiales: la presentación de su firma Violeta&Co. Allí estaremos para darte un empujón gigante, para que la carrerilla sea gorda y llegues tan lejos como te mereces.
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