En septiembre tuve un catarrazo de esos que te ponen la nariz como un tomatito, irritada de tanto sonarse. Aunque sé que lo suyo para eso es el LetiBalm, a mí no me gusta nada, porque me da sensación de picor. Así que me fui a mi farmacéutico amigo a preguntarle qué podía hacer para no tener esa pinta terrible. Y me recomendó Vea Olio.
Nunca había oído hablar de Vea Olio. Se trata de un aceite base, una crema entre acuosa y aceitosa, totalmente transparente y que es mágica. Calma el picor, hidrata, restablece la barrera natural de la piel, se absorbe rápido y se puede aplicar sobre mucosas. Es apta incluso para los bebés. No huele ni tampoco sabe a nada.
A mí la nariz me la recuperó en un abrir y cerrar de ojos. Pero además es ideal para las cutículas y las uñas estropeadas, para los pequeños eczemas por sequedad del frío (al superhéroe se la echo y le va muy bien), para el eritema del pañal de los bebés, y cualquier irritación esté en dónde esté. Un básico para tener en casa y llevar en el bolso.
La encontrarás en farmacias y parafarmacias. El tubo de 20 ml. cuesta algo menos de 15 euros.
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