El Bellezario: Fuera osos panda

Ya he dicho que unos de mis caballos de batalla son mis ojeras. Congénitas y por ello desde siempre conmigo, aun cuando esté durmiendo horas y horas. Conste que sin ellas me veo rara, pero también es cierto que intento atenuarlas para no parecer cansada en exceso o enferma. Atenuarlas, nunca borrarlas. Que no sé si es peor el cerco oscuro o el blanco de pegote. Para ello, y después de muchas y variadas pruebas, mi preferido es M.A.C. y su Studio Finish Concealer NC20 y Studio Sculpt Concealer NC30, según la ocasión.

El Studio Finish Concealer NC20 es el que utilizo para cada día. Es cremoso, y simplemente lo aplico con ayuda de las yemas de los dedos, con leves toques.

El Studio Sculpt Concealer NC30 es el que elijo para cuando me maquillo más intensamente. Después de maquillarme completamente, de ponerme la base, las sombras, lápiz y máscara de pestañas, corrijo con este antiojeras. Más cremoso, lo aplico con ayuda de un pincel (el 224 también de M.A.C.) para que quede perfectamente difuminado con la base de maquillaje.

Tanto uno como otro, son mis grandes amigos. Pero jamás se debe abusar: hay que hidratar profundamente antes de aplicarlo (ya que suelen ser agresivos y resecan mucho la zona), no es recomendable elegir colores muy claros para que no se vea el cerquito, ni tampoco abusar en cantidad para que las arruguitas no se rellenen de producto. Que queda terrible.

Lo encontrarás en las tiendas y corners de M.A.C. El Studio Finish Concealer NC20 cuesta unos 13 euros. El Studio Sculpt Concealer NC30 cuesta alrededor de 17 euros.

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