El baile del pañuelo

Los pañuelos están irremediablemente ligados a nuestra vida. No sólo porque se conviertan imprescindibles en procesos catarrales varios o para limpiar manchitas inoportunas. Echamos mano de ellos para despedir a alguien, o para pedir orejas y rabos en los toros. También tienen significados y códigos concretos en algunas culturas o grupos sociales. En el vestir nos acompañan desde aquellos locos años 20. Desde entonces se empeñan en conseguir que un look aparentemente básico se convierta en genial. Viajan desde la cabeza hasta el cuello. Año tras año, adaptándose a nuevas propuestas.

Si los complementos en general poseen el don de redondear nuestro estilismo, el pañuelo es todavía más versátil. Existen en diferentes tejidos, tamaños, formas y colores y los podemos llevar de múltiples maneras. Veremos algunos de los diferentes estilos para lucir un pañuelo esta primavera.

Del inmenso abanico de posibilidades existentes, me quedaré con cuatro:

  • La primera: algo diferente. Nos encantan las corbatas, lo masculino. Una buena manera de ponérsela esta primavera es deconstruyéndola. La anudamos con lazada a un lado de nuestro cuello, de una manera muy coqueta. Tanto con camisas como con camisetas acompañadas de un baggy, puede darnos un toque original.
  • La segunda: algo fresco. Un pañuelo cuadrado, en seda, plegado a la mitad y simplemente enlazado en un lateral. Una parte hacia delante, la otra sobre los hombros y hacia la espalda. Estupendo con vestidos o con blusas escotadas o de tirantes. La seda tiene una caída excelente y muy sexy, sobre todo si llevamos los hombros descubiertos. Otro modo de utilizarlo es anudado a un XXL Bag. Si el bolso en de piel blanda y corte bolsa, mucho mejor.
  • La tercera: something french. Un pañuelo cuadrado, pequeño, de algodón. Ideal al cuello anudado de manera muy informal. Nunca preparado. Me encanta con una camiseta de algodón y unos pantalones capri. O unos short. Otro modo de llevarlo es en la cabeza. La inspiración: campesinas holandesas. Para ello, elígelo floreado en tonos pastel y acompáñalo de un bolso de rafia en la mano.
  • La cuarta: algo sofisticado. Un foulard de seda largo que llevaremos sólo enlazado, dejando que los dos picos caigan hacia delante. Colocadlo lo más natural posible, sin estudiar. Funciona de maravilla con sastres o con vestidos de tirantes. Me decanto por los floreados o con lunares. Como segunda opción, estos foulard estrechos y largos podemos colocarlos en el pelo, cual diadema. Si tenemos el cabello corto y dejamos que los picos caigan sobre nuestros hombros y hacia el pecho, quedará muy chic.

La clave está en investigar, en inspirarnos en aquellas películas magníficas de Grace Kelly o Audrey Hepburn, con todo su sencillo y natural glamour. Puedes jugar con él tanto como te apetezca, y convertirlo en un top. O en un cinturón como en los 80. Créete un dandy y colócalo en tu bolsillo de la chaqueta. Intentad que los pañuelos cobren una nueva vida más allá de la habitual, y que seáis vosotras las que los llevéis a ellos. Nunca al revés. No vaya a ser que se rebelen y se tomen la justicia por su mano…

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: ponerte un pañuelo cuadrado, pequeño, en seda y anudado al cuello. Sólo tiene un pase si te presentas al casting de “Grease”.
Lucir bandanas. En los 90 causaron auténtico furor (incluso anudadas en las muñecas). Pero han pasado ya 18 años desde aquello.
Hacerte con una corbata y llevarla colocada tal cual con una camiseta o con algo que no tenga cuellos de camisa. Mucho menos si en lugar de una corbata es un collar o gargantilla que la imita. O unos cuellos postizos con corbata adherida. Prefiero no comentarlo, creo que la sola recreación de estas imágenes es suficiente…
Usar pañuelos con vaquitas, cerditos o muñequitos de este tipo. El estampado de este estilo ha de ser bastante especial para que sea válido. Tampoco los print de animales salvajes y/o domésticos varios. Por mucho que se lleve, el tema leopardil y serpientil en algo que no sea calzado, no me acaba de llegar.
Ser un pirata. Si tienes el pelo largo, no eches mano de este estilo. Me encantan con cabellos muy cortos o con cabezas rapadas (y si el pañuelo es largo, con los picos cayendo, mucho mejor!), pero con melenas sueltas y pañuelos pirata, en absoluto.
Cuidado con los juegos de estampados. Principalmente si la ropa que has elegido es estampada y el pañuelo también. Intenta que coordinen lo máximo posible. Haz siempre caso a tu criterio y no te dejes arrastrar por lo que se supone que se lleva. El mix de estampados es lo último, pero hay que tener muy buena mano para que éstos coordinen bien. Así que, colócate frente al espejo y testéate desde la más sincera crítica. Así saldrá bien.
Sobrerrecargarte. Con pañuelos no ha lugar el uso de pendientes grandes y largos. Cuidado con pañuelos en el cuello + pañuelos en la cabeza. De ninguna manera pañuelos y collares y/o gargantillas. Es más, si llevas pañuelo al cuello, éste ha de estar despejado para lucir mejor. Así que si no llevas el pelo corto, mejor recógelo.

Lo encontrarás en: pañuelos cortos preciosos en Marimekko. Los grandes de seda, de Rützou. Zara y Mango siempre tienen soluciones estupendas. Los de Burberrys son absolutamente maravillosos. Purificación García tiene unos diseños muy originales.

Compartir:

Reconecta con tu estilo, contigo y con tu armario

Suscríbete a la Comunidad Privilegio Estilario