De viaje a Londres

Si tuviera todo el tiempo del mundo (y el presupuesto, claro) creo que dedicaría gran parte de él a viajar. Es estupendo conocer otros lugares, otras culturas y costumbres, nuevos olores… Pero mientras no sea así, siempre nos queda el consuelo de poder hacerlo de vez en cuando. Carmen pronto se irá a Londres, con sus amigas, en noviembre. Y quiere ideas para hacer la maleta.

Lo primero es tener en cuenta el tiempo que hará. Consultar webs meteorológicas nos ayudará a acertar con las prendas exteriores (abrigo o gabardina) y con el calzado. En cualquier caso, seguro que hará frío, y con ello la propuesta podría ser la siguiente:

Fundamental un abrigo. Si buscamos algo sport que además tenga un punto elegante nos servirá tanto para el día con vaqueros como para la noche con unos pitillos negros y botines de tacón.

Si se presenta lluvioso, o bien una gabardina acolchada (por eso del frío), o algo estilo cazadora Barbour. Que aísle de la lluvia, que abrigue y que sea bonito por la misma razón que la anterior.

Los pantalones sin duda son el aliado perfecto. Son más cómodos que las faldas. Tanto un vaquero, un pitillo de color negro como un pantalón de estilo masculino. Se adaptan a cualquier situación cambiando el calzado y la parte superior.

El calzado tiene que ser cómodo. De lo contrario nos amarga el viaje seguro. Para caminar mejor evitar tacones demasiado altos. Preferible decantarse por mocasines o botines con tacón. Y para largos paseos, unas botas o botín con suela de madera. Aíslan del frío y de la humedad.

Bufandas, gorros, guantes, foulard amplios… complementos para alegrar looks de invierno más sosos.

Partiendo de estas pautas iniciales vamos a relatar la maleta ideal para 4 días en Londres:

  • Un abrigo o gabardina acolchada
  • Un pantalón de estilo masculino, tobillero
  • Un pantalón vaquero
  • Un pantalón pitillo negro
  • Dos jerseys de cuello vuelto
  • Una camisa de cuadros
  • Una camisa blanca
  • Un jersey de cuello a la caja, con ochos
  • Una chaqueta de punto
  • Una blusa de seda
  • Una camiseta de algodón con apliques de lentejuelas
  • Unos botines con tacón
  • Unas botas planas o con poco tacón para caminar
  • Un sombrero o boina
  • Una bufanda
  • Unos guantes de piel
  • Un foulard amplio para la noche más arreglada
  • Un bolso para el día
  • Una cartera de mano para la noche

Y todo en una maletita pequeña. Porque el abrigo y las botas (que son lo que más ocupan) vendrán con nosotros ya en el avión.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: Anoraks gordos y grandes plumíferos en la maleta. Con uno tendrás suficiente, así que no tiene sentido que te empeñes en llenarla de prendas de abrigo.
Cuidado con las zapatillas de deporte de loneta tipo All Stars. Si llueve pasarán toda la humedad, además de que son muy frías.
Que haga frío no significa que tengas que parecer recién salida de una estación de sky. Intentan mantener el estilo.
Jerseys muy gruesos. Ocupan en la maleta y se vuelven incómodos debajo de las prendas de abrigo porque nos limitan los movimientos. Además, no por ello te van a abrigar más.
Olvídate de estrenar zapatos. O la sorpresa en forma de dolor puede ser supina.
Recargar la maleta de manera innecesaria. Lo importante es que metas básicos, de colores neutros, que te permitan jugar con ellos.
Tampoco metas tu colección de sombreros. Lo de viajar con sombrera es poco confortable.
Ni cientos de millones de pulseras y pendientes. Una vez tengas sobre la cama todo lo que vas a meter, selecciona esos complementos y la ropa interior acorde a las prendas que llevas.

Lo encontrarás en: los dos primeros looks son de By Malene Birger. El último, de Zara.

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