Compra aquí, compra allá

Aunque en la mayor parte de la península quede verano para rato, ya tenemos la mirada puesta en la próxima temporada. Las revistas, los especiales de moda, las páginas web y blogs de temática relacionada; nos bombardean con lo que viene, con lo que se va a llevar, con lo que será tendencia. Y comienzan a ponérsenos los dientes larguitos larguitos y empezamos a ver nuestro armario aburrido. Así que la necesidad de salir a la calle a comprar se vuelve imperiosa. Para pasar pues una jornada de compras cómodamente, vamos a ver alguna que otra opción.

La prenda estrella sin duda para ir de compras cómodamente es un vestido con unas sandalias planas. Ventajas del verano, con un vestido y un calzado sin apenas ataduras podremos vestirnos y desvestirnos tantas veces como queramos. Sin embargo, no debemos ser perezosas y ponernos todo lo guapas que deseemos para entrar en todo tipo de tiendas. También en aquéllas a las que creemos que el acceso está vetado para mortales como nosotras. Si nos sentimos divinas, no nos dará reparo entrar a curiosear.

Un conjunto estrella puede ser el compuesto por un pantalón de cintura alta y pata de elefante combinado con un jersey de punto fino, escote pronunciado y manga japonesa. Con un bolso en bandolera larga, al hombro para estar cómodas y mirar entre las perchas sin problemas. En los pies, bien unas sandalias planas, bien unas cuñas que nos resulten confortables. Llevar algo de tacón siempre estiliza más con este tipo de pantalones.

Y lo más importante: la lección bien aprendida. Saber qué es lo que buscamos o lo que nos hace falta nos ayudará a ser más selectivas y optimizar el gasto. Si no lo encontramos: no pasa nada. Volvemos otro día, que con paciencia, siempre se encuentra. Y cuando lo hallemos, lo saborearemos y apreciaremos más.

Besísimos.

No se te ocurra: llevar un bolso grande. Tus hombros acabarán machacados, ya que queramos o no, cuanto mayor es el espacio del bolso, más tendemos a llenarlo.
Taconazos infinitos. Da igual si los aguantas o no. Sé un poco sensata y cuida de tus pies. Cuando vuelva el verano, lo agradecerás.
Doscientos millones de accesorios en forma de cinturones, collares, pendientes, pulseras, brazaletes, pañuelos, sombreros… y demás. Además de eternizarte en el vestuario, lo más probable es que acabes perdiendo algo.
Ropa interior cutre y oxidada. Ese momento en el que el vestido te queda levemente grande y la dependienta te coloca alfileres, la dejará al descubierto. Y por muy mona que vayas por fuera, si tus vergüenzas son para esconderlas o mejor, deshecharlas, olvídate de tu imagen para siempre.
Ir a las tiendas de siempre. Infórmate y amplía tus circuitos. Seguro que hay otros establecimiento fuera de los habituales que te pueden sorprender. Beatriz de Con dos bolsas en cada mano siempre tiene sugerencias fantásticas.
Comprar una triste camiseta básica más sólo por el hecho de no volver a casa con las manos vacías. No pasa nada. Lo interesante del asunto es comprar bien, no sólo comprar.

Lo encontrarás en: las cuñas son de Zara. El conjunto de la derecha, de Antik Batik.

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