Rescatar prendas del armario nos da casi tanta satisfacción como ir de compras. Y si esas prendas se rescatan del armario de nuestras progenitoras, mayor aún es esa sensación. Zelia ha recuperado un vestido de su madre y lo quiere llevar a una boda de tarde.
Una manera, sin duda, muy diferente de ir a una boda. Que bien llevado puede resultar muy llamativo. El vestido es en marrón y fucsia, tiene la manga murciélago, la cintura alta y marcada y el largo de los 70: por los tobillos. Este largo lo aprovecharemos con unos zapatos que valga la pena lucir, que se tengan que ver.
Lo fundamental es inspirarse en la época del vestido pero no disfrazarnos, puesto que se trata de una boda. Si bien tiene una socialización muy sencilla (con plataformas de madera, por ejemplo) para la boda tendremos que mantener ese punto elegante. La prenda ya es lo suficientemente diferente. Según esto:
- Elegiremos unos zapatos con el empeine cubierto, tanto en T como con pulsera. Se verán y mejor es que los podamos lucir. Si además optamos por un tono en cobre, nos dará más juego con el resto de elementos.
- En la cintura aprovecharemos el pequeño fruncido para colocar un cinturón bien fino, bien midi, en color fucsia, como los estampados del vestido.
- La cartera de mano, en madera o en los tonos del zapato. Preferiblemente, discreta.
- En los hombros (la boda es en otoño) una estola de pelo, de color visón, a tono con los zapatos y en la gama del marrón del vestido, como nexo de unión entre ambos.
- Yel cabelloserá el que ponga el punto 70. El pelo suelto, retirado en la frente, a lo Sharon Stone en “Casino”, con una diadema en fucsia.
- Pendientes sencillos, cayendo ligeramente del lóbulo. Y una pulsera en cobre colocada en el antebrazo. Si no quieres llevar pulsera, busca unos guantes de piel en fucsia. Llamarán la atención.
Y que la originalidad la ponga el vestido.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra:disfrazarte. Vas a una boda. No abuses de abrigos maxi de pelo, sombreros de ala ancha, plataformas y tacones cuadrados… que si bien van genial con el vestido, no son lo recomendable para una boda.
Tampoco meter anacronías en plan una chaqueta americana o una con lentejuelas. No pegan nada.
Cuidado con los mix de estampados. Nada de animal print ni tampoco tejidos con relieves como el jacquard.
Un abrigo con este largo es impensable. A no ser que sea un abrigo largo, lo cual resulta excesivo para el otoño.
Botas. Ni botines.
Un moño italiano. Ejem, ¿cómo? no pega nada aquí.
Lo encontrarás en: los zapatos son de Pedro García.