¿Cómo me lo pongo?: Todo vuelve

Casas enormes nos harían falta para poder almacenar todas las cosas que nos gustan pero que nos resistimos a tirar. La realidad, sin embargo, es otra: casas cada vez más pequeñas. Por lo que encontrarse una joyita de hace tiempo tiene ese doble placer de lo salvado y el ahorro de no tener que comprarlo. Laura se ha encontrado con unos pantalones pitillo en beige similares a los de la fotografía, que ya pertenecieron a su tía. Pero que no sabe cómo ponerse.

Dice que su estilo es muy hippy, y que en cambio se los imagina siempre con estilismos más formales muy alejados a como ella se siente más cómoda. Sin embargo, un pantalón de este corte es totalmente básico, y se amolda a la perfección a como lo queramos llevar.

  • Con botas planas en color cuero natural, jersey de cuello vuelto y capa. Y una gorra o sombrero.
  • Con zapato de cuña, de cordones, en verde caqui o marrón chocolate + maxijersey con motivos invernales.
  • Con botín plano de ante, con cordones + camisa en denim y plumífero con pelo en el borde de la capucha.
  • Con bota plana con borreguillo + jersey de punto fino, amplio + maxipañuelo al cuello + trench.
  • Con mocasines + camisa blanca masculina + guantes cortos de piel, de color verde, por ejemplo.
  • Con deportivas + camiseta blanca de algodón + abrigo de pelo.

Y así podríamos estar hablando hasta el año que viene. Que aunque suene exagerado, tampoco lo sería tanto teniendo en cuenta la fecha de hoy.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: reciclar sí, está muy bien. Pero siempre con sentido común. No se trata de que todo lo que nos encontremos por los rincones tenga que ser útil.
Llamarle vintage a las cosas de otras épocas o años. No por llamarle vintage va a ser de mejor calidad o nos va a quedar mejor. Lo vintage se gana a pulso, con años de reposo, calidad y firma.
Cuidadín con el borreguillismo masivo. Si llevamos unas botas, no nos pondremos también una aviador. Que de eso al disfraz más famoso de la temporada, hay un paso.
Calcetines, medias, calentadores o similares sobre el pantalón. Y mucho menos si son de muñequismos varios.
Ojito a la ropa interior. El pantalón beige no perdona.
Tampoco perdona la piel de naranja. Así que si pertenecemos al género corcho trasero, mejor optar por prendas superiores que nos cubran las vergüenzas.
Y si nuestras piernas son de muslo ancho y pantorrilla palillo, entonces mejor las botas o los botines, que disimulan y mejoran visualmente.

Lo encontrarás en: ambas imágenes son de Zara.

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