Si mayo es el mes de la comuniones parece que octubre comienza a perfilarse como el de las bodas. María también tiene una boda en este mes, pero en este caso, una boda de compromiso y en lugar de España en el que hará bastante fresquito. Su punto de partida es un vestido color crudo con incrustaciones doradas en el cuello. Vamos a ayudarla a componer un estilismo low cost para boda partiendo de esta prenda.
Está claro que el color del vestido está dentro de los catalogados como no aptos para acudir de invitada a una boda. Sin embargo, al ser corto, llevar la pedrería y rodearlo de color negro, no creo que haya problema alguno. Otro asunto está relacionado con el largo del mismo: si es tan corto como en la fotografía, nos olvidaremos de ceñirlo a la cintura. Más que nada, por comodidad y decoro. Si no fuera así, podremos colocarle una cinta dorada ancha a modo de fajín. Con esto, la combinación ideal será:
- Con unos zapatos salón super altos, mejor si son de ante, en negro. Media tupidísima negra, sin brillos y un abrigo de manga ancha y francesa, en capa, del mismo largo que el vestido. En los estilismos low cost hay que prestar especial atención a los complementos. Lo ideal sería una cartera de mano rígida, en dorado. Unos maxipendientes también en esta línea, exagerados, con un punto incluso ochentero. Y el cabello recogido, estirado y como en diadema, con un postizo a modo de la misma. El cabello muy peinado y el eyeliner marcado. Una inspiración muy Sharon Stone en “Casino”.
Ir más o menos guapa a veces no es cuestión de presupuesto. Es más un asunto de imaginación y de ganas.
Besísimos.
No se te ocurra: una cosa es ir de beig o de crudo y otra muy distinta de intentar ser la novia. De ninguna manera vayas de largo en tonos similares.
Un abrigo de paño corrientoso. Antes es preferible una chaqueta de punto o una capa, pero jamás el típico abrigo de diario. En H&M suele haber opciones de fiesta muy asequibles.
El bolso de cada día. Una cartera de mano es comprable. De ninguna manera te plantes con tu maxibolso.
Cutreces. Poco presupuesto no es sinónimo de cosas malas. Mira y remira todo lo que puedas, pero en ningún caso te presentes con unos zapatos o un bolso polipieloso que se le ve a la legua la cantidad de CO2 que emitirá.
Si no quieres gastarte nada ni tampoco tienes tiempo, no te compliques. Un simple vestido negro es siempre un acierto. Vale que para las bodas el protocolo dice que no es adecuado, pero yo te digo que ante la duda: LBD always.
Con este vestido, unas medias de encaje. Para una noche cualquiera, sí por supuesto: genial con medias de encaje y botines. Pero para una boda: no.
Lo encontrarás en: los zapatos son de Zara. El vestido de María, de Mango.