Las rayas marineras son de esos estampados que por mucho que pase el tiempo y por mucho que haya quien reniegue de ellas, siempre estarán ahí y siempre funcionarán. Y no porque nos recuerden a la excesivamente nombrada Coco Chanel, ni por ende las metamos en la categoría “viene de París”, ni demás inventos similares. Funcionan porque recuerdan al verano, y lo que tiene sabor de verano tiene efecto positivo mental. Y paro ya porque me veo muy Punset así de repente. Bueno, a lo que vamos. Olga tiene este vestido de rayas marineras. Una preciosidad a la que quiere sacar más partido antes de que llegue la primavera. Que para primavera sí tiene ideas con él.
El vestido es azul marino, con rayas horizontales en color tostado, como los botones que sujetan las mangas. Es de corte recto. Para lucirlo en invierno:
- Con media azul marino, tupida y sandalia de suela de goma, en color cuero. Chaqueta de punto gruesa, de corte capa. En la cintura, un cinturón fino, también en cuero.
- Con media tupida azul marino, zapato plano de cordones y chaquetón azul marino de solapas grandes y doble botonadura.
- Con un pitillo vaquero, cinturón a la cadera, finito, para ablusonar el vestido y botines de cordones, de tacón, no abrochados de todo para que queden más informales. Cazadora de piel.
- Con una media tupida azul marino, botas de caña alta, de cuero (con o sin tacón) y una cazadora vaquera. Maxipañuelo al cuello de estampado floral como contrapunto a las rayas y cinturón fino a la cintura.
Lo mejor de este vestido, es que en verano, con una simple sandalia plana y un bolso grande, nos soluciona días y tardes de no saber qué ponerse.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: medias color carne. Es que el color carne es muy duro. Color carne. Suena a película de terror, con descuartizamientos y sierras eléctricas. Así que no. Las medias son azul marino y tupidas.
Con un pantalón de pata ancha. Combinado con un vestido puede hacer muy bajita. Es complicado, así que mejor no.
Nada de botas mosqueteras. Ni tampoco tachuelas.
No lo combines con encaje. No termino de verlo.
Combinarlo con un pitillo a modo de maxicamiseta con botas sobre el pantalón. Demasiadas capas diferentes.
Un abrigo de pelo puede ser una opción. Siempre y cuando se te vea el bajo del vestido, claro. Porque ir en plan albóndiga peludita o Gremlin recién nacido tampoco es plan.
Bolso de cruzar. Es que los bolsos de cruzar son otro tema delicado. Ese bolso de cruzar tan largo que caderea es la muerte. Pero ése tan corto a ras de sobado es el terror magno. Y ya no digo nada de llevarlo al frente, a modo tapavergüenzas.
Lo encontrarás en: el vestido de Olga es de Pull&Bear. El de la derecha, de Bimba&Lola.