La semana pasada fueron protagonistas de El Glosario, y hoy lo vuelven a ser para solucionar las dudas de Marian con respecto a las suyas, que habitualmente combina con pitillos o con una falda vaquera, pero que desea amortizar más. La lluvia habitual en su lugar de origen le permite sacar gran partido a sus botas de agua. Así que vamos a darle ideas.
Las botas de agua son muy casual. Está claro con sólo mirarlas que no se trata de una prenda demasiado arreglada. Pero aún con todo, podemos ir algo más allá que de los vaqueros. Se llevan muy bien:
- Con los estampados liberty: las flores pequeñitas con una media tupida son el acompañamiento ideal. Tanto con una falda de este estilo y un jersey de cuello vuelto, como con un vestido y una chaqueta larga de punto. El contraste entre la seda y la goma de las botas es muy interesante.
- Con los cuadros: esta temporada los cuadros de inspiración colegial están por todos lados. Así que con una falda de cuadros y una blusa blanca. O con un pantalón pitillo negro + camisa de cuadros. Y si lo complemento todo con un Barbour (que es la prenda antilluvia estrella de esta temporada) mucho mejor.
- Con el punto: los vestidos de punto son un básico de invierno de los que vienen con fuerza. Así que unas botas negras, con media tupida negra y un vestido de punto camel funcionan como un buen conjunto de mañanas duras de invierno.
- Con las bermudas: otro de los nuevos de la temporada. Una bermuda oscura con media oscura + jersey de pico. Una parte superior para darle un aire un poquito más formal a las botas.
Y no hay que olvidarse unos buenísimos calcetines de algodón, que saltar en los charcos pueda resultar confortable y durante el máximo tiempo posible.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: si tienes un trabajo muy formal, no es recomendable pasarse todo el día con ellas puestas. Intenta llevar otro calzado y cambiártelas al llegar.
Por lo mismo, evita llevártelas de cena, de inauguración o similar si se exige algo de etiqueta.
Pasarte mucho tiempo con ellas. Eso de que no entre el agua significa que tampoco puede salir nada más. Así que el sudorismo interno es extremo.
Los largos de vestidos y faldas exigen que vayan al menos tres dedos por encima de la rodilla. Una bota tan ruda hay que enñoñizarla. Que de ir mona a parecer recién llegada de una excavación hay un paso muy pequeño.
Nunca con un traje sastre.
Ni tampoco dentro de los pantalones vaqueros. Siempre por fuera.
Nada de pantalones vaqueros rectos o de pata de elefante. No cabrán dentro de las botas y el efecto será feísimo.
Con pantalones de cuero rojo. Que sean super tendencia no significa que se puedan acoplar a todo.
Lo encontrarás en: las botas de Marian son de La Redoute. El look de la derecha, de Bimba&Lola.
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*Me da mucha vergüenza esto… pero si me queréis poner voz y cara, no os perdáiseste vídeo de El Diario de Sevilla sobre consejos muy básicos para principiantes sobre la temporada y sobre la organización del armario. No seáis muy crueles…