Existen ocasiones en las que lo tenemos todo: el vestido, los complementos, los zapatos, el bolso. Y de repente, paramos en un punto en el que nos damos cuenta de que todo, no. Que nos faltan pequeños detalles que nos traen por la calle de la amargura porque mal elegidos son capaces de cargarse todo el conjunto. Virginia tiene una boda civil y en ese estado se encuentra.
Para la boda, tiene el vestido, en negro con aplicaciones doradas de corte palabra de honor. Todos los complementos serán en oro viejo. Pero le falta la opción para abrigarse y el peinado.
Para abrigarse se recomienda una pieza muy acorde con todo el conjunto. El conjunto es llamativo, y necesita algo que siga esa misma línea, que no se lo cargue pero que tampoco lo mamarrachice. Para ello, una chaqueta bolero en seda o en georgette, en un tono de dorado algo más apagado que los complementos y los apliques del vestido. Que sólo cubra los hombros y que deje las mangas abullonadas. Otra opción es buscar ese mismo tono dorado-champagne en una simple chaqueta de punto sin cuellos y de manga francesa.
En cuanto al peinado, Virginia sólo nos dice que tiene el cabello muy largo. Desconocemos su estilo, su edad, el óvalo facial, el color de su pelo… y sin estas premisas lo único que podremos hacer será soltar ideas que no tienen por qué ser determinantes. Las emitiremos en base al vestido. Bien, según el vestido, vamos a intentar encontrar un peinado muy sobrio. El peinado ha de pasar casi desapercibido, ya que todo el conjunto tiene demasiada presencia. Para ello, podemos elegir una coleta alta, tirante, con el pelo muy estirado. O todo lo contrario, un moño bajo, de efecto despeinado. Pero siempre con el cuello despejado.
Que llamemos la atención por nuestro estilo y la manera de movernos. Nunca por nuestro atuendo.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: prendas de abrigo de color negro. El vestido es muy sobrio y teniendo en cuenta que la boda es en verano, aunque sea por lo civil, si le metemos un color negro será más propio de una fiesta de noche que de una celebración de ese tipo.
Cuidado con los recogidos. Olvídate de coletas de lado con acabados en bucles, ni moños altos con caída libre de bucles, ni pelos super embuclizados con flequillos altos e imposibles. Caracoles en el campo y punto.
Tampoco le pongas aplicaciones a los moños en plan brillitos, florecitas y bolitas.
Este conjunto no admite ni tocados, ni horquillas, ni ningún otro adorno en el cabello.
Si prefieres llevarlo suelto, simplemente péinalo. Normal, peinado, suave.
Trenzas de lado. Mucho adorno ya.
Con los semirrecogidos hay que tener cuidado porque es fácil que nos enñoñen y nos echen años encima.
Lo encontrarás en: el vestido de Virginia es de Jorge Terra. El bolero, de Ralph Lauren para Net-á-porter.