Este año los vestidos de seda, sencillos, serán una de las prendas más recurrentes para solucionar fiestas como las bodas. Lau tiene éste pero que quiere combinar de manera más especial para una boda en primavera.
La prenda podría combinarse con colores más fuertes, de contraste, como el púrpura. Pero propongo una manera algo menos habitual que puede quedar muy interesante.
Para ello, unos zapatos en un tono por encima del vestido, como el rosa coral. Para el fresco, una chaqueta de punto, de manga francesa y cuello redondo, con los botones en dorado. El color de la chaqueta, del tono del zapato.
En cuanto a los accesorios, arriesgaremos con un verde oliva. En un cinturón de pedrería, fino. Y en la cartera de mano, sencilla, de piel. Y para jugar con los botones de la chaqueta de punto (fino, muy fino), un brazalete también dorado. O un anillo con piedra en coral.
Que sea sólo una cuestión de elegancia, de sencillez, la que marque la diferencia.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: un collar. Con este corte de vestido no es lo adecuado.
Nada de foulard. Hay chaquetas de corte a la cintura, abrigos de largos tres cuartos, incluso un blazer. Pero nunca foulard.
Zapatos abotinados.
Tampoco zapatos de cuña. Restarán formalidad al conjunto.
Cuidadito con las medias. Que lo digo siempre y creo que ya no hace falta que lo diga otra vez.
Sujetadores de tirante transparente. Esa aberración debería de haber sido castigada el día que se inventó. Qué horror. Mortífero.
No renuncies a un tocado. Escoge algo con flores. Le dará un toque estupendo a la seda y quizás, un punto de contraste al coral.
Lo encontrarás en: el vestido de Lau es de Mango. Los zapatos, de Asos. El cinturón, de Zara. La cartera de mano, de Uterqüe.