El tema nupcial me rodea. Lo tengo encima de la mesa, en la agenda (con un listado enorme de cosas que cerrar), en mis fines de semana (maravillosa la despedida con mis amigas de Coruña y maravilloso el restaurante), en mis conversaciones… y en los correos electrónicos. Es tiempo de bodas, ahí no hay duda. La duda común está en salir airosa de ella.
Elena tiene una muy especial. Una boda en un sitio cálido, de mañana. Una boda civil en un entorno precioso. Sus dudas giran en torno a dos vestidos: uno largo y otro corto. Antes de profundizar en cada uno, nos quedaremos, sin duda, con el corto. Vamos por partes.
- El vestido largo: para tu silueta los vestidos largos no son los más adecuados, ya que desdibujan tu perfil. Intenta marcar la cintura de alguna manera siempre que puedas. Por otro lado, para una boda por la mañana es desaconsejable llevar un vestido largo. La única opción es buscar una prenda con aires ligeramente informales, que no se vea un vestido de fiesta.
- El vestido corto: es el apto. Te queda fenomenal y es adecuado para una ceremonia del estilo a la que acudirás. Aunque se habla de que el color negro no se lleva a las bodas, al ser ésta civil el protocolo es algo más relajado. Los complementos ideales jugarán tanto con el rosa empolvado como con el plata. Por ejemplo, los zapatos en rosa empolvado y el bolso en plata (un clutch pequeño). Y el tocado, con ambos tonos. Elige un tocado que no sea ancho, pero sí alargado y alto de modo que te estilice. Si hace frío (que lo dudo, siendo donde va a ser) lo mejor es una estola ancha (como las de piel del invierno) pero en una seda ribeteado de raso. La seda en negro con el ribete en plata, por ejemplo.
Y baila, baila mucho. Disfruta, pásalo genial. Al menos, ¡eso es lo que yo deseo para mis invitados!
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: renunciar a vestir bien e ir elegantemente y ser el alma de la fiesta sólo por no obedecer a un estándar made in Vogue. El estándar lo marcamos nosotras mismas con nuestro carisma.
Los cortes imperio son peligrosos si estamos gorditas o tenemos una cadera desproporcionada con respecto a la parte superior. Es prácticamente aconsejable de modo único para las de caderas rectas y siluetas muy largas y delgadas.
Nada de boleros para siluetas gruesas. Libertad de movimiento ante todo. Además, la impresión óptica con una chaquetilla tan corta es negativa. Es preferible un chal.
Evita los tacones excesivamente altos. Mejor los cuadrados y llevables.
El cabello suelto te dará un aire más juvenil. Retíralo de la parte delantera, pero no te lo recojas de todo.
Los tocados mejor que te alarguen la silueta. Por eso, nada de piezas anchas y enormes.
Lo encontrarás en: A Elena le gustaban los zapatos de Unisa, que se pueden encontrar en zapaterías como Nicolás (Almería, Cádiz, Huelva, Málaga, Sevilla y Madrid) o Vinca (A Coruña).