Años estudiando convierten el día de la graduación final como uno de los más importantes, para recordar. Incluso si quien se gradúa es alguien a quien apreciamos, y no nosotros mismos. Patricia acudirá pronto a una celebración de graduación académica como invitada, y no quiere defraudar.
Su punto de partida es un vestido de escote pico y color negro, que combinará con un abrigo de color beig de mangas afaroladas, con cierto aire lady. Y para los pies, unos zapatos color topo. El asunto está en que no quiere ir tan seria, quiere algo que le dé un toque un poco más personal.
Al tener ya una tríada de colores que son el negro + beig + topo le recomendaría que siguiera entre esas tonalidades con el riesgo muy medido:
- Las medias serán tupidas, porque además será en un lugar muy muy frío. Lisas totalmente, sin estampados ni adornos, y preferentemente en el mismo color que los zapatos. De no poder ser así, pues entonces, en negro.
- El bolso: una cartera de mano negra, pero que tenga un punto que la haga diferente. Como que sea de plumas o de ondas de organza.
- El elemento sofisticado y original lo puede poner un cuello de pelo sintético (o auténtico) en tonalidades que mezclen justo los colores que Patricia vestirá: el beig, negro y topo.
- El cabello entonces, pedirá un recogido muy informal. O el cabello peinado con volumen.
- Para finalizar, el punto ideal y original lo meteremos en unos guantes mini de piel en color. Por ejemplo, en verde. Ella es de piel y cabello claros y un verde intenso y claro puede funcionar muy bien y aportar frescura al conjunto.
Este vestido además podría funcionar igualmente bien con una cazadora de piel negra y unas sandalias para noches un poco más atrevidas.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: medias estampadas. La única opción de lucir unas medias estampadas serían unas medias de encaje si los zapatos fueran negros y no fuéramos a meter ningún complemento arriesgado más. Que las medias tuvieran de por sí mismas el protagonismo.
Medias transparentes. Pero tampoco de punto.
Nada de botas. No es el momento, ni tampoco el abrigo las soportaría.
Guantes de punto. No lo estropees, por favor.
El bolso siempre pequeño. Sea cartera de mano o al hombro, pero pequeño.
Si no me apetece llevar un cuello de pelo, lo sustituyo por un foulard con ribete de lentejuelas. pero aparto de mi mente toda opción de bufanda de lana.
Con los guantes no llevaremos anillos incómodos. Es el terror.
Lo encontrarás en: el vestido de Patricia es de Twin Set Simona Barbieri. La cartera de mano y el cuello de pelo, de Asos.
* Hay piezas nuevas en El Jardín de Lulaila, como la colección Faubourg Daily ideal para ahora que se acercan los amigos invisibles; y las gorras y sombreros Faubourg. ¿Habéis visto cómo quedan?