Los leggings son de esas prendas que triunfaban en los 80 cuando todo el mundo los llamaba “mallas” y que se reinventaron en el siglo XXI con tantas ganas que se resisten a abandonarnos. Tanto, que cada año se rediseñan e incorporan nuevos tejidos y materiales.
Son una prenda complicada a la que hay que prestar atención extra para no caer en un look chabacano y hortera terrible. Son necesarias horas de espejo y mucho autoconocimiento para no caer en el ridículo. O tener estilo natural y mucha actitud. Beatriz no termina de verse con ellos, así que quiere algo de orientación.
Para elegir el look que más nos va, podremos decantarnos por propuestas más clásicas frente a otras más atrevidas:
- Los leggings de algodón más clásicos: ideales en gris marengo con unas botas de piel blanda, altas. Maxijersey y chaqueta esmoquin. También con camiseta de algodón XL y chaqueta de lana, otro de los imprescindibles de la temporada. Prueba con unas botas over-the-knee planas y un minivestido túnica. O asímismo válidos con un chaleco de pelo, camisa de cuadros amplia y botines.
- Los leggings de cuero que se resisten a irse: maravillosos para conseguir looks rockeros. Combínalos con botines de super tacón. Evita que se vea el tobillo. Ponte o una camiseta-vestido de estampado original y una capa de paño. O un minivestido recto, sin entallar, con guantes también de cuero en negro. Los zapatos elígelos en otro color de contraste.
- Los leggings de paillettes que son los nuevos de la temporada: maravillosos e ideales para la noche, combínalos con blazer de hombreras y top de algodón. O en versiones más elegantes como con tops abullonados en la cadera y sandalias romanas de tacón.
Una prenda que para aquéllas poseedoras de firmes y largas piernas actuará como una varita mágica maravillosa.
No se te ocurra: llevarlos si tus piernas son gruesas. Piensa que van marcándolo todo y no perdonan absolutamente nada. Así que no te enchorices.
Si estás abonada a la piel de naranja. Nada de nada, olvídalos.
Si eres de muslo ancho y pantorrilla fina: aumentarán ópticamente las diferencias.
Ponértelos en modo ñoño: con una camisa XL, bailarinas y un jersey de punto. Genial para estar en casa, pero ya no para salir a la calle.
Si eliges los de cuero o los de algodón, jamás deberá verse el empeine del pie. Lo suyo es que el botín lo cubra. Si se te ve el pie, prohibido con vestidos.
Nunca te los pongas si no te ves con ellos. No hay ninguna regla divina que obligue a que todo el mundo tenga que verse favorecida con esta prenda.
Busca el calzado del mismo color que los leggings si tienes las piernas cortas o eres bajita.
Lo encontrarás en: el conjunto de la izquierda es de Zara. El de la derecha, de Rützou.