¿Cómo me lo pongo?: El mono negro

Como novedad, una entrada de esta sección que no va de bodas. Si bien es cierto que la prenda en sí (quizás no tanto por el color) podría usarse también para asistir de invitada. Se trata de un mono, de color negro. Es de Cristina, y necesita ideas para sacarle partido.

El mono tiene un escote a la caja delantero, pero la espalda está descubierta. De pierna larga y color negro, podrá servir como básico estupendo a adaptar según la situación:

  • Para llevar en noches informales en las que me siento diva: con unas sandalias altas, en color tostado. Junto con un exagerado abrigo de pelo en idénticos tonos, de aire 70’s. Y cartera de mano de piel blanda.
  • Si lo que prefiero es llevarlo en un día a día que quizás termine en tapeo sin horario, con sandalias de suela de madera, cinturón estrecho en cuero natural y cazadora de piel de largo a la cintura, también en cuero. 
  • También me puedo animar y llevarlo a sitios más formales, como una cena elegante. Para ello, le pondré unos peep toe joya en algún color como el turquesa, cinturón de pedrería estrecho y una maxichaqueta en punto de seda con brillo, remangada al codo. Con cartera de mano pequeña y metálica.
  • O ser la reina de la noche. Y entonces calzaré unos zapatos de estampado de serpiente, a juego con la cartera de mano modelo sobre. Al mono le puedo poner un fajín de piel negro algo más ancho, en la cintura. Y cazadora estilo Perfecto.

Y si lo que quiero es sacarle algo más de partido con el resquicio de buen tiempo que aún tenemos, echaré un vistazo a esta entrada, en la que también había monos. Y negros.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: el mono es una prenda “moderna”. Vamos, que de clásica tiene poco. Así que mezclarlo con otras de ese palo, en plan abriguito preppy es un pegote sumo.

Botas. Ni por dentro, ni por fuera del mono. No se me ocurrirían jamás. Pero de todo hay.

Estampado serpiente sí. Pero plastiquismos malos, cutres, que chirrían de lejos, no. Jamás. Tampoco os pido que tengáis unos zapatos auténticos, pero que lo parezcan.

Lo mismo con los abrigos de pelos. El sintético está estupendo. Siempre y cuando sea suavito. No como si lleváramos puesto a nuestro peluche de la infancia. En el mismo estado de deterioro capilar.

Calcetines transparentes. Si te lastiman las sandalias o los zapatos, con tupidos siempre. Y si no, no te los pongas. Tíralos, quémalos, véndelos, regálalos. Calcetines transparentes, y aún peor, pimkies (¿¿¿!!!!) no, never. Tú te haces tus apañitos como quieras, pero que nunca se vean.

Lo encontrarás en: el mono de Cristina es de Zara. Los zapatos de la derecha, de Hoss Intropia.

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