Otro de los dilemas de invitada de boda es si se puede ir de crudo. De blanco es obvio que no. Pero, ¿qué pasa con el crudo? Si bien descartamos por completo ir de arriba a abajo de crudo, y mucho menos, con un vestido largo; existe la posibilidad de llevar un vestido corto, crudo, si lo animamos con los complementos adecuados. Arantxa tiene uno.
El vestido de Arantxa es de cuello a la caja, sin mangas y con corte lady. Vamos a ver cómo combinarlo:
- Con mucho colorido: unas sandalias especiales, en fucsia y naranja. Cartera de mano de piel blanda, en fucsia. Y un tocado con plumas de faisán que combine tanto el crudo como los colores de las sandalias.
- En pastel: zapatos de ante en color agua, con la cartera de mano en idéntico color. El complemento, un collar babero en plata.
- Para aprovecharlo: si lo vamos a lucir en otro ambiente que no sea una boda, en cualquier otro acto, quedará estupendo siguiendo los mismos tonos. Es decir, con zapatos de ante en color tostado. Y un punto de color en la cartera de mano, que puede ser coral o azul marino.
Para el frío valdrá una torera. Es el corte de chaqueta que pide el vestido.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: Si el vestido te queda tirando a cortito, no te hiperentacones. Que enseñar cachita es un poco indecoroso.
No te cruces el bolso, alma mía. No es el momento.
Si no te gustan los tacones, no pasa nada por usar sandalias planas. Es perfectamente válido. Todo menos ir haciendo el patito mareado de la pradera.
Botas. Es que ni para comprar el pan le pegan a este vestido.
Abusar. A una boda no te vayas a plantar rosa empolvado. Todo demasiado claro. Muy jugando a “yo también quiero ser la novia”.
Lo encontrarás en: el vestido de Arantxa y las sandalias, son de Zara.