¿Cómo me lo pongo?: Arábica

Empezaron con toda su timidez, propia de una prenda complicada y completamente diferente a lo que estaba en aquel momento de moda; y ahora copan estanterías, percheros e incluso puestos callejeros y playeros. Son la prenda demandada del momento y se encuentran en su plena madurez, por lo que habrá que comenzar a usarlos antes de que se queden obsoletos. De todos modos, tranquilas, una temporada más aguantarán seguro. Hablo de los pantalones harem. Blaudemar sugería una entrada dedicada a ellos, y allá vamos.

Ya estamos más que habituadas a escuchar y leer diferentes denominaciones para pantalones muy similares pero con pequeñas peculiaridades que los diferencian. El mundo de los baggy pants o pantalones amplios de tiro bajo, se compone (grosso modo) de:

  • Harem: son pantalones generalmente de cintura alta, talle muy bajo y que ciñen la pierna a partir de la rodilla.
  • Jodphur: similares a los anteriores pero amplios en la zona de la cadera.
  • Sarouel: también de tiro bajo pero totalmente sueltos hasta los tobillos en donde se ciñen con elástico, quedando abombados. Herencia de los pantalones que llevaba el ejército turco, se han hecho más que habituales en los puestos de mercadillo y en los vendedores de playa con todo tipo de estampados florales.

Con esto delante, nos dedicaremos exclusivamente a los de tipo harem. Los pantalones harem son una prenda más que versátil (aunque desde mi punto de vista, ya demasiado generalizada, con lo que se ha perdido ese factor originalidad. Así que es apto para tímidas: pueden ponérselo con tranquilidad, no llamarán la atención por extravagantes) que admiten múltiples combinaciones. Entre las cuales:

  1. Para una tarde de paseo: después de una playita, un terraceo al atardecer sienta de maravilla. Con tank top de algodón, pegado el cuerpo; sandalias romanas planas, un brazalete al antebrazo, y un pañuelo como este pareo Cami de Antik Batik.
  2. Para una inauguración con cocktail: con un top de rayas, blazier, sandalias jaula y maxicartera de mano.
  3. Para una noche de fiesta: con un top de punto de seda y torera de paillettes. Podemos sustituir la torera paillettes por otra de corte esmoquin. Con cuñas de madera con plataformao sandalias de inspiración tribal.
  4. Para una cena informal en casa de amigos: con tank top amplio, con estampado de inspiración rock y torera de piel o biker. Sandalias en T ocorte oxford con cordones y tacón.
  5. Para trabajar: en nude con top con lazada o jersey de cuello pico en punto de seda, blazier en nude también y sandalias altas. Maxibolso.

Que luego nadie se atreva a decir que no sacamos partido a la cantidad de trapitos que inundan nuestro armario.

No se te ocurra: el sarouel florecítico, que están super vistos. A los chicos no les gustan. Yo debo de ser un poco chico, porque me horroriza.
Con alpargatas de cuña con cintas alrededor del tobillo: no mezcles más folclore.
Los zapatos corte salón con punta, taconcito medio y charolíticos. ¿Se puede ser más anodino?
Ponértelo con botines. Si los pantalones son ceñidos a la rodilla, no se te ocurra dejar pantorrillita al aire. Horror.
Combinarlo con fajines o cinturones a la cadera.
Llevarlo con deportivas o zapatillas Victoria. Ser moderno no significa mezclar todas y cada una de las tendencias del mercado de ayer y de hoy.
Con blusas con vuelo. La parte superior no tiene por qué ir exclusivamente pegada al cuerpo, pero tampoco hace falta que parezca un vestido.
Lucirlo en plan perroflauta con esos pies sin arreglar metidos en unas chanclas de goma desastradas. Por favor, no nos carguemos el estilo y el decoro. Que no por ir más aseaditas y decentitas vamos a dejar de ir a la moda.

Lo encontrarás en: la camiseta es de Mango. El conjunto de la derecha, de Zadig&Voltaire.

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