Estamos a un pasito de la primavera y con ella la temporada de explosión de bodas. Fátima tiene una boda muy especial para ella, en la que no quiere defraudar. Y un precioso vestido como punto de partida.
El vestido de Fátima es de seda, en color aguamarina (ése que ahora llaman mint). Su idea consiste en combinarlo con morado. Es una buena idea. Pero le vamos a proponer una más:
Fátima es joven pero no le gusta recargarse. Prefiere mantenerse en un punto más clásico, y además porque la boda implica cierta formalidad. Así que combinaremos este vestido con el otro color de la temporada, el coral. Los zapatos serán en coral, así como la cartera de mano (plana, tipo sobre). El cabello recogido con raya al lado y coleta baja, adornado con una sencilla diadema de oro viejo (las hay en Dayaday muy monas). Y para el fresco, una ligera chaqueta de punto en color nude. Muy sencilla, en punto muy fino. Con las mangas remangadas. Los pendientes pequeños y un anillo grande, en tonos aguamarina.
Colores muy suaves, en estos tonos pastel que esta temporada están tan de moda. Pero con pequeños toques diferentes que mantengan la frescura (como la chaqueta de punto), a tono con la juventud de Fátima.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: un bolerito con este vestido, no. En todo caso, una torera.
Zapato abotinado. No pega en absoluto con el estilo de esta prenda.
Botas. A ver, botas y boda como que no.
Por muy tendencia que sea, una cazadora vaquera para una boda NO. Está bien para socializarlo y todo eso, pero no para la boda.
Si el bolso es de colgar tiene que ser pequeñito. Y bandoleras olvidándose a la de ya.
Cazadora biker es como en broma, ¿no? Otro asunto es una capa de ante, que me parecería maravillosa. La idea del vestido con un zapato de suela de madera en marrón, y una capa de ante en marrón chocolate, con un pañuelo de seda en chocolate y naranja en el cabello me hace suspirar de emoción.
Lo encontrarás en: el vestido de Fátima es de Adolfo Domínguez. Los zapatos, de Mango.