Lo mejor del verano es la versatilidad. No sólo de la ropa, también de los espacios. Resulta que la playa sirve para tomar el sol pero también para fiestas y conciertos. Pero si vivimos en el interior no significa que nos tengamos que quedar sin este tipo de diversión. La piscina se encuentra en igualdad de condiciones. Con el añadido de que el suelo es uniforme, no hay arena ni brisa marina con su correspondiente humedad. Razón por la que las fiestas en casas con piscina son de lo más habitual. Sin llegar a los extremos corruptos del videoclip Come undone de Robbie Williams, veremos cómo disfrutar maravillosamente bien vestidas, en una fiesta alrededor de una piscina.
Comodidad no ha de estar reñida con glamour. Fundamental conocer el tipo de fiesta al que nos dirigimos. Las opciones:
- si es algo informal: una blusa túnica, en algodón muy fino, cuello barco, de color blanco. Manga francesa con algún detalle al final de la manga, como la de la fotografía de la izquierda. La combinaremos bien con un short, con una minifalda o con unas bermudas (según gustos y cuerpos) también de color blanco. Para alegrar el conjunto, un fajín en beig y coral, colocado justo debajo del pecho. De accesorios, recomiendo un bolso pequeñito y unas horquillas de flor en el pelo. Magníficas las de Accesorize o incluso las de H&M. En los pies, o unas sandalias planas o unas cuñas de esparto. Especialmente recomendables las de Ras y por supuesto, Castañer. Tampoco están mal los zapatos de Pura López con suela de madera. El calzado, en beig o coral.
- como algo intermedio: un vestido o bien túnica, o con estampado floral. Largo o corto, como nos apetezca. Si es corto, con maxi pulseras. Si me decanto por el largo, con un collar exagerado, de cuentas grandes. ¿Que no encuentro un collar largo que me convenza? pues no tengo más que pedirlo. PQ me lo merezco! es una especialista en soluciones imposibles.
- si la fiesta es muy arreglada: un vestido como los de Paul&Joe con el hombro al descubierto, corto. Maquillaje con predominio de dorados, pelo recogido en una coleta alta (si lo tengo largo), pulseras y sandalias altas. Si de faldas no me veo, aprovecharé entonces para ponerme un mono pantalón también de Paul&Joe o de Jocomomola. Lo ciño con un cinturón ancho de ante marrón. Pendientes exagerados y cuello limpio, sin ningún adorno. En los pies, unas sandalias de ante y flecos y brazalete de madera.
El por si acaso aquí sí que vale. Así que llévate el bikini, que nunca se sabe cómo puede ir evolucionando la noche…
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: ponerte un cinturón en el pantalón o falda si ya llevas el fajín. Si el elemento en cuestión te cae sin cinturón, entonces olvídate de ponerte un fajín. Pero ese juego de volúmenes ocultos bajo la camisa no es nada sugerente.
Llevar el fajín bajo el pecho si tienes mucho contorno. Si es así, colócatelo mejor a la cintura.
Sin depilar. Piscina y depilación olvidada es totalmente incompatible.
Si la fiesta es en un jardín, olvídate de los zapatos con tacones afilados o será un suplicio avanzar por el espacio.
Esos pieeees…
Bolsos grandes. Y si la fiesta es arreglada (no una cena informal entre amigos) ni hablar de cestos de madera con toallas y demás.
Cuidado con los complementos. No empieces a colgarte pulseras, brazaletes, collares, foulard, pendientes grandes y maquillajes dorados por cada una de tus esquinas corporales.
Mira tu cuerpo con objetividad. Las minifaldas y los mono-pantalón no están hechos para todo el mundo. Sólo hay que ser realista y asumirlo, lo cual no significa que tengamos que ser desgraciadas de por vida. Las posibilidades siguen siendo infinitas.
Lo encontrarás en: la blusa es de Zara. El cinturón, de Cortefiel.