Ya sé que este post para las del sur no es demasiado útil en este momento… pero sí quizás para el otoño. Y puede ser una buena oportunidad aprovechar estos modelos que ahora están rebajados. Vamos a centrarnos en qué ponernos en los pies cuando llueve pero es verano. Al menos así lo han preguntado @virhurle e @iratxejimenez. Una cuestión algo peliaguda si tenemos en cuenta que el calzado habitual de lluvia está desterrado a la tranquilidad del cambio de armario. La respuesta es sencilla: sentido común. Como siempre en esto del estilo, el sentido común impera. Obvio que es verano y no vas a sacar a pasear las botas de invierno. Obvio también que tampoco vas a llevar los dedos al aire. Pero que no cunda el pánico: hay opciones. Concretamente, 9 pares de zapatos que llevar cuando llueve pero es verano.
- Unos mocasines tipo slippers. En estampado serpiente, por ejemplo. Llevarás el pie cerrado y es perfecto para las lluvias veraniegas no demasiado torrenciales. Pónselos a un pantalón tobillero, blusa de seda bonita y gabardina.Son de aquí.
- Unas deportivas de piel. Ojo con las deportivas porque no todas valen para la lluvia: algunas resbalan, y mucho. Pero si son estilo zapatos, enteras en piel, quizás tengas menos probabilidades de acabar en el suelo. Me gustan con un vaquero estilo mom o boyfriend, una camiseta marinera y una bomber. Aquí.
- Unos mules. Cerrados por delante y abiertos por detrás no es mala opción si no llueve a cántaros. Para lluvias piojosas más molestas que otra cosa, póntelos incluso con un vestido y una gabardina algo más larga. De aquí.
- Un blucher flatform. Perfecto para cuando llueve de verdad, con ganas. Con un pitillo, una gabardina, un jersey de punto fino y un pañuelo maxi; no tenemos por qué renunciar a ir guapísimas aunque llueva a cántaros. De aquí.
- Un zapato de cordones. Menos atrevido, más clásico. Y perfecto incluso con una falda vaquera y una camisa de rayas + sahariana. Aquí.
- Un mocasín de hebillas. Con la suela de goma, es perfecto. Además, tiene ese punto francesín ideal con unos culottes, camiseta y gabardina de largo a la cintura. Aquí.
- Un mocasín en print. El mismo concepto que el anterior, pero más cerrados en el empeine (perfecto para cuando llueve con algo más de intensidad) y con estampado en serpiente. Con un chino de largo al tobillo, camisa vaquera y cazadora de piel. Aquí.
- Unos botines metalizados. Que podemos llevar con pantalones o con vestidos. Fantásticos con un wrap dress y gabardina. O con un vestido de largo midi y gabardina fluida larguita. Aquí.
- Unas babuchas planas. Para los días de lluvia suave o muy nublados, con unos pantalones cropped (anchos de largo al tobillo) o una falda midi. O tipo baggy. Con camisa masculina y cazadora. Aquí.
No se te ocurra: calzado del que resbala. Ya os comenté arriba la precaución que hay que tener con las deportivas (las Converse o las Gazelle, por ejemplo, resbalan muchísimo). Pero además, ojo con las suelas de madera.
Alpargatas o suelas varias de esparto. Aunque tengan suelita de goma, cuando llueve olvídate de ellas. A no ser que te pille de sorpresa, no salgas con ellas y el paraguas.
Sandalias con todos los dedos al aire. Es demasiado de guiri. Lluvia y pies al aire, no. Excepción es que sean las chanclas de goma, para ir haciendo el patito por la calle.
Evita el anteo pieles en las que la lluvia pueda dejar marca. Y si por lo que sea, ocurre; cepilla el calzado nada más llegar a casa, para evitar que queden manchas.
Lo encontrarás en: en cada punto, su link.
