A pesar de que hay varios post sobre el tema entretiempo (aquí, aquí, aquí, aquí y aquí) todavía pedís post al respecto. Y es que, queridas estilarias, no hay demasiada complicación con el tema. Básicamente es momento de ir aligerando looks (en lugar de plumíferos o jerséis muy gruesos, otros algo más finos, más capas), de disponer de algún tipo de calzado cerrado por si llueve y pañuelos y foulards gruesos para las mañanas más frescas. Sentido común, simplemente. Con todo, os dejo un nuevo post con 8 prendas con las que jugar en entretiempo y acoplarlas a cualquier otro look de transición del invierno a la primavera.
- Una gabardina (1). No es nuevo. Una gabardina es la perfecta para cuando no hace calor suficiente como para no llevar nada pero tampoco frío como para una parka. Llévala no solo cuando llueve. Con una camisa de corte masculino, un vaquero tipo boyfriend y mocasines estás perfecta ya por muy raro que esté el día.
- Unos slippers (2). Una opción interesante para empezar a ir sin medias, sobre todo con los pantalones de corte tobillero sean del tipo que sean. Si son de piel, te salvarán incluso si caen unas gotas.
- Una cazadora de piel (3). Sea del corte que más te favorezca, es el comodín del público para las transiciones de frío-fresco-calor. Ideal con vestidos o con blusas y pantalones. Incluso con las faldas de corte lápiz.
- Un jersey de punto y cuello pico (4). Con una camiseta lencera por debajo, es la prenda de entretiempo por excelencia.
- Unos botines (5). Sean tipo cowboy, de serpiente o lisos. Porque esas tormentas de primavera necesitan algo más que un mocasín para resistirlas. Y no tengas miedo a ponértelos con vestidos sin medias.
- Un foulard (6). Es básico para vestirse por capas. Si hace frío, te lo pones. Y si no, al bolso.
- Un chaquetón ligero (7). Sea americana chaquetón, levita… en función de nuestro estilo siempre. Pero con una camiseta blanca y un pantalón tipo baggy es un conjunto mono y resistente a sea como se presente el día.
- Una camiseta marinera (8). Los días nublados o de lluvia, piden navy a tope. Es la amiga ideal de americanas y gabardinas. Y le da un toque precioso a un vaquero con deportivas.
No se te ocurra: en estos días de transición hay que echar un ojo al tiempo y vestirse acorde a la temperatura. Si hace frío, te abrigas. Y si hace calor, aligeras. Pero no te fíes de la estación porque es la cambiante por excelencia.
Pensar en modo primavera y ya guardarlo todo. Sé fiel única y exclusivamente al termómetro, no al calendario. Y por cierto, aunque de repente vengan los calores, está bien que aparques los jerséis gordos gordos. Pero no lo guardes todo, porque eso de que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo suele ser verdad. Y luego llegan las lamentaciones y ay qué frío.
Y ten siempre siempre el armario dividido. La ropa de verano y la de invierno no deben convivir. Así que vete haciendo pequeñas transiciones hasta que llegue el verano. Pero no al batiburrillo.
Lo encontrarás en: en cada punto, el link.