Trabajar de uniforme puede resultar una ventaja… o no. Porque si tienes que cambiarte de tu ropa de casa una media de 2-4 veces al día, quizás pueda resultar pesado. @larahacefotos se encuentra en esta situación y busca ideas. Así que aquí van 6 trucos para vestirte cada mañana si trabajas de uniforme.
- Los monos. Sobre todo si es un mono entero, sin botones, con una sencilla cremallera lateral. Pueden resultar incómodos en el día a día por eso de tener que quitártelo entero cada vez que quieras ir al baño, pero precisamente eso es una ventaja si tienes que vestirte y desvestirte tantas veces al día: te lo pones y te lo quitas con toda la rapidez del mundo. De aquí.
- Los pantalones de lazada + camiseta. Un básico muy rápido y sencillo que también se pone y quita en un pispás. Tanto de plano como con unas cuñas de esparto, te permite ir cómoda y monísima. Aquí.
- Un mono de punto. Los famosos monos de canalé se ponen rapidísimo y bien llevados, son perfectos. Eso sí, mejor en colores oscuros (que marcan menos) y apostando por zapatos bonitos como unos mules o unas cuñas de esparto. Aquí.
- Un wrap dress. El vestido sin botones que se pone rápido. Ideal pero poco perezoso para ponértelo. De aquí.
- El vestido túnica. Los vestidos que te pones por la cabeza y ya. Y te los puedes poner desde con sandalias hasta con deportivas. Aquí.
- Un vestido tipo caftán. Otro clásico que no supone ningún tipo de complicación para ponértelo. Con unas botitas cortas resulta ideal. Aquí.
No se te ocurra: abandonarte. Con eso de que total solo usas la ropa para ir y venir del trabajo, pues para qué te vas a arreglar. No. Te arreglas igual, aunque sea para un trayecto de 10 minutos. Esa pequeña satisfacción de sentirse guapa es mucho más valiosa de lo que crees.
El uniforme para el uniforme. Es decir, tener ese pantalón con camiseta que te pones de forma diaria para ir a trabajar. Tienes un armario lleno de ropa que no necesita un evento ni ocasión especial. La ocasión especial eres tú misma saliendo por la puerta.
Sobrecargarte de complementos. Porque tendrás que ponértelos y quitártelos mil veces. Mejor unos zapatos bonitos, que eso da menos la lata.
Zapatos con mil hebillas o tiras que suban por la pierna… cualquier zapato que exija concentración y tiempo. Hay miles de opciones de calzar-y-ya más cómodas e igualmente ideales.
Lo encontrarás en: en cada punto, su link.