Nos entra el pánico. Es oir hablar de la playa y a la mayoría de las mortales, nos entra el pánico. Y no hay nada que temer. Solo sentido común, como siempre. Porque podemos ir divinas a la playa (o piscina) y tener nuestra ropita adecuada para ello. Sin reciclajes extraños y descontextualizados. Para ello, 12 ideas en forma de vestidos y monos.
- Las túnicas son perfectas en zonas en las que hace algo más de fresquito o para las que prefieren cubrirse algo más. Son muy estilosas y cómodas: un poner y listo. Tanto la túnica lino (1) de aire rústico, comola tipo babydoll botones (2) o tipo camisera algo transparente (3).
- Los vestiditos son como el comodín del público. De tirantes (4),tipo batita bonita (5), sencillo de algodón camiseta (6), sofisticado con crochet (7) o de aire caftán (8).
- Los monos, que bien elegidos son un recurso divino. En rayas y muy flojito (9), con una espalda bonita (10), muy tendencia en tye-dye de algodón (11) o cómodo sin más(12).
No se te ocurra: ropa pitañosa. Reciclar tiene un límite porque no todo vale para la playa. Así que sé razonable y acopla a la playa lo que realmente tiene sentido.
Vestidos de salir en la playa. Ni ese extremo, ni las camisetas de publicidad del año pum.
No es necesario tener un armario playero de 7 puertas llenas a rebosar. Pero ni eso, ni ponerse el mismo vestido desteñido un día tras otro.
Sobrecargarte de complementos. Se puede ir ideal sin necesidad de llevar puesto un muestrario al completo.
Es que estoy gorda y no voy a la playa. No vayas ni no te gusta. Pero por tu peso (por muy gorda o por muy delgada) ni de broma. Es más importante tu estilo que tu peso. Ese bonito caftán, ese sombrero, tu bolsa, tus chanclas. Si todo es bonito, elegante, armonioso; se fijarán en eso. Tu kilos son absolutamente secundarios.
Lo encontrarás en: en cada punto su link.