La mejor época del año para ponerse a hacer maletas es sin duda el verano. No sólo porque huele a vacaciones. También porque las prendas ocupan la mitad de lo que ocuparían en invierno. No hay volúmenes exagerados fruto de la lana y las plumas, tampoco botas. Nuestra única precaución residirá en prestar atención a no seleccionar prendas que puedan arrugarse demasiado. Con esto en mente y con la sonrisa en la cara, veamos cómo componer la maleta ideal para una escapada de verano a una ciudad con playa.Si nos vamos de turismo a una ciudad en la que hay playa significa que combinaremos momentos en bikini saltando las olas con otros de colas en museo, cañas en terraza y posados de rigor con lo más resaltable del lugar. Para un fin de semana, llevaremos:
- un bolso multidisciplinar. Es decir, uno que funcione tanto para ir a la playa como para pasear. Algo bandolera, en nylon o algodón, que no desentone con ninguno de nuestros estilismos. Tampoco están mal las cestas, como las fantásticas de diferentes tamaños que propone Lolita.
- los trajes de baño. Tres serán suficientes. Debemos seleccionar aquéllos que mantengan cierta coordinación entre ellos para uniformizar y racionalizar los complementos.
- Las chanclas. Un par de ellas estilo Havaianas son una magnífica opción, ya que podemos llevarlas a una terraza una vez que termine nuestra jornada de playa.
- Un pareo o un par de ellos. De algodón y que combinen con los trajes de baño. Encontraremos buenas soluciones en La caja de Pandora o Natura.
- Un sombrero. El que vaya con nuestro estilo: pamela grande algodón, de rafia, pañuelo grande, etc…
La ropa del día y de la playa puede ser semejante, salvo que el hotel esté a pie de playa. De ser así, las camisas amplias de algodón o las túnicas de seda ceñidas con un cinturón bajo son la mejor opción para bajar a la playa. Si la playa está en medio de la ciudad, puedes vestir de manera similar para la playa que para pasear para la ciudad. Las claves:
- Un short de algodón, combinado con un blusón de algodón anudado a la cadera.
- Un vestido marinero, como los de Fornarina.
- Una camisa de cuello mao, en algodón, con hilo dorado y manga francesa. Preciosas las de la línea soft de Massimo Dutti. Combinada con una minifalda vaquera y collares largos de madera.
- Un par de camisetas de algodón
- Un pantalón vaquero
Para las noches de terraza, cenas, paseos y fiesta:
- Un vestido largo, como los de Malene Birger o Comptoir des Cotonniers. Cuñas de esparto, brazaletes y cartera grande de rafia.
- Un vestido corto o un top de seda con pantalones pitillo de color blanco. Sandalias altas o peep toe de ante. Pendientes grandes y maxi anillo.
Como siempre, el truco está en no llevar prendas que no estén coordinadas entre sí, que sean solamente de relleno. Fundamental analizar el número de días que pasaremos en nuestro destino, las jornadas de playa, de noche y de paseo cultural para optimizar los conjuntos, que siempre irán definidos desde el punto de partida. Y siempre dejar un hueco para la cámara de fotos y la protección solar. Que los recuerdos que nos traigamos sean siempre positivos.
No se te ocurra: echarte perfume para ir a la playa. A no ser que quieras lucir manchas. Si quieres ir perfumada a la playa, hazte con una versión sin alcohol de tu aroma favorito. Muchas marcas ya lo desarrollan.
Meter en la maleta tejidos muy arrugables, como el lino o el ramio. La arruga bella se la dejamos a Adolfo Domínguez o a Issey Miyake. Ellos sí que saben.
Llenar la maleta de tu colección de bolsos. Con uno que sirva para el día y la playa, y otro para la noche es suficiente.
Recopilar toda tu colección de trajes de baño y llevártela de viaje. Con tres será suficiente. Salvo si nos vamos a un destino en el que solamente vayamos a estar en la playa.
Tacones para pasar el día. Sólo valen las cuñas de esparto si nos resultan cómodas.
Mil modelitos varios. Si combinamos playa y turismo de ciudad es difícil que dispongamos de tiempo para ir al hotel a cambiarnos. Así que lo mejor es que lo que elijamos sea lo suficientemente versátil para no dar el cante vayamos donde vayamos.
Cuidado con el tema chanclil si vamos a museo. Disfrazarnos de playa fuera de la playa es un horror. Así que si después de pasar una mañana en la playa vamos a ir de museos, sustituye las chanclas por unas sandalias planas de piel. Y olvídate de caftanes y prendas demasiado obvias.
No ponerte protección solar para que te coja antes. Ni de broma. Antes de cogerás otras cosas que poco tienen que ver con un buen bronceado.
Lo encontrarás en: el short es de H&M. El bolso, de Bimba&Lola.