Se acerca mayo. El mes de las flores y de las comuniones y bautizos. Fiestas que llegan con el buen clima, como las ganas de pasar más tiempo en la calle. Fiestas que suelen ser por la mañana, nunca de noche, por lo que su código de vestimenta es menos rígido y permite licencias. Así que si en un momento determinado nos encontramos con una invitación a un evento de este tipo, podremos reciclar prendas de nuestro armario o bien hacernos con algunas de nueva adquisición que nos sirvan para cualquier otro momento del venidero verano. El tema de hoy será cómo vestir de manera adecuada, y con prendas que podamos seguir utilizando, para acudir a un bautizo o una comunión.
Si es una celebración de mañana existe ropa que relegamos y en las que ya ni pensamos. La propuesta pasa por una blusa de algodón muy fina, de manga corta y canesú fruncido en color rosa palo, que combinaremos con una falda de talle alto, de piqué, largo a la rodilla. La blusa irá metida dentro de la falda de manera que se abullone levemente en el pecho y resalte el aire romántico de la misma. Podemos sustituir la blusa de color liso por otra en chiffon y floreada. Y la falda puede ser de color gris.
Para cerrar el conjunto de aire primaveral e infantil, llevaremos una cartera de mano. Si la blusa es lisa, nos podremos permitir todo tipo de licencias coloristas y de acabados y materiales. Hacernos con una floreada en abalorios y cierre de boquilla sería perfecto. Una sandalia de Pura López, con plataforma delantera estilizará nuestras piernas. También se admite un zapato abotinado con tacón de piel trenzada como los que presenta Bottega&Veneta. El complemento final será un tocado de diadema, con algún detalle en fieltro o en pluma presentado de manera delicada. Desde las diademas de Bimba&Lola y Hoss Intropia hasta propuestas más innovadoras que pronto veremos por aquí…
Volved al pasado, a disfrutar desde otro punto de vista un momento que algunos de nosotros vivimos hace años. Compartid la felicidad de aquellos que nos invitan y brindad. Siempre es un momento estupendo para brindar.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: ir en vaqueros. Vale que es una celebración de caracter informal y que el vaquero cada vez es más versátil, pero huye de ellos en este tipo de actos. Si no quieres llevar falda, puedes optar por un vestido, por un pantalón ancho o por un ultra slim de shantung.
No te ultra-arregles. Ni por exceso ni por defecto. En casos como éste, la virtud más que nunca está en el medio. No se trata de aparecer con una camisa y un vaquero como si nos fuéramos a tomar la cervecita de turno pero tampoco parecer la madre de aquel/lla que va a recibir el sacramento. No es protocolario brillar más que la anfitriona, así que seamos comedidas en cuanto a nuestros brillos y abalorios.
Las medias… en fin, si no queda más remedio… y si el problema no es el frío si no el color de tus piernas, opta por un spray embellecedor y con brillo. Las deja maravillosas.
Cuidado con el bolso. Si no quieres llevar una cartera de mano, decántate por los bolsitos de colores, mini, de Marni. Pero evita el bolsón, y si no va lleno de logotipos, mucho mejor.
Llevar chal. Ha muerto. El chal terminó su vida por el momento. Si tienes frío (que es lo más lógico en este tiempo), opta por una chaquetita corta, en punto fino, o por una chaqueta de corte capa y manga francesa (en Blanco siempre las hay).
Las gafas de sol. Particularmente pienso que están fuera del protocolo de este tipo de eventos, al igual que fuera de las bodas. En cambio sí está bien visto el uso del abanico en caso de que haga excesivo calor.
Lo encontrarás en: la blusa es de Zara. La falda, de Massimo Dutti.